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jueves, 22 de marzo de 2012

Summary: Bella es la prometida de Edward Cullen. Pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Cuál será la elección de Bella una vez que asuma los sentimientos hacia el hermano mayor de su prometido, su mejor amigo, Emmet Cullen? R: M. Bella/Emmet.
ADVERTENCIA: Contiene lenguaje fuerte y escenas sexuales explícitas. Personas que no les gusta ese tipo de temas, vuélvase por donde llegó. Bajo advertencia, NO HAY RECLAMO.
Canción (?): No. Por esta vez, no hay nada. Les doy permiso para que escuchen lo que se les plazca. XD

3.-Capitulo Tres
Relaciones Prohibidas
By Ally C-B.
&.
Bella POV
Evacué otro vómito mientras Emmet sostenía mi cabello por detrás. Si odiaba tanto las resacas, ¿por qué simplemente no evitaba tomar? Esas preguntas ingenuas solo podía hacerlas en ese estado, ya que luego, cuando mejoraba, las olvidaba completamente.
¿Estás bien? Preguntó Emmet mientras acariciaba mi espalda desnuda.
No estaba vestida ya que me había dormido en su cuarto por la agitada noche anterior, y lo primero que había hecho al despertarme, fue correr a su baño a vomitar sin importarme el que estuviera desnuda.
Una vez que el vómito cesó, bajé la tapa del retrete y me senté al lado, con la ayuda de Emmet. No quería irme muy lejos, por si las dudas el vómito volviera.
Aguarda aquí. Dijo él poniéndose en pie.
Levanté mi vista para verlo únicamente vestido con un bóxer negro saliendo por la puerta del baño. Mi bajo vientre rugió, y no por hambre o dolor.  ¿Cómo era posible que aún estando en ese estado de resaca, me excitara al ver a Emmet en bóxer? Se suponía que él era únicamente mi amigo. No, mi mejor amigo. ¿Cómo iba a mirarlo de ahora en más a los ojos?
“No lo sé, pero mirarlo con algo de ropa encima no vendría mal…” Reprochó mi conciencia.
Bajé la vista a mi cuerpo y lo encontré desnudo, sin absolutamente nada puesto. Ni siquiera una toalla, o algo por el estilo. Levanté la vista y comencé a mirar a mí alrededor, tratando de buscar algo qué usar. ¡Bingo! Detrás de la puerta, había colgada una bata roja, que no tardé en colocármela antes de que Emmet llegara.
Quizás esto te calme el dolor… Dijo mientras levantaba su vista hacia mí.
Se quedó sorprendido al verme sentada sobre la tapa del retrete con la bata puesta. No entendí ese comportamiento.
Gracias. Dije con mi voz algo ronca de tanto vomitar.
“Y de tanto griterío por lo que ocurrió anoche…” Recalcó mi conciencia. ¡Estúpida conciencia! Sacudí mi cabeza ante la disputa que llevábamos yo y mi arrogante conciencia, parecía demente.
Edward me entregó unas píldoras para el dolor de cabeza, que tomé al instante junto con el vaso de agua que también había traído. Le devolví el vaso vacío, el cual dejó sobre la mesada que había al lado del lavamanos. En ningún momento dejó de mirarme, como si estuviera a la expectativa de algo.
Gracias. Volví a repetir sin mirarlo a los ojos, y la situación comenzó a  volverse tensa e incómoda.
Giré dispuesta a salir del baño, pero su mano tomó mi brazo y me volvió a él.
Bella, por favor, di algo… Me pidió casi suplicando con los ojos cerrados y el ceño fruncido.
¿Qué quieres que diga? Le pregunté confundida.
No lo sé. Dijo respirando aceleradamente. Insúltame, ríete, llora, cualquier cosa. Pero no me ignores, te lo suplico…
Emmet, lo de anoche no debió ocurrir. Dije con la voz entrecortada, tomándolo por sorpresa.
Él abrió grandes sus ojos, y noté un brillo de tristeza, el cual creí que había sido solo producto de mi imaginación. Pero, demonios… Hasta a mí me habían dolido mis propias palabras, y no entendía el por qué.
Yo… realmente lo siento. Me disculpé bajando mi mirada. Sé que yo fui la que comenzó todo y… Alcancé a decir antes de que Emmet me interrumpiera.
No tienes nada de que disculparte, cariño. Sonreí ante el apodo por el que siempre me llamaba mi mejor amigo. Él me devolvió la sonrisa antes de abrazarme. Ambos estábamos igual de ebrios, todo está bien… Dijo besando mi frente. Le devolví el abrazo con fuerza.
Gracias. Susurré con una sonrisa en mi rostro.
De nada, preciosa. Dijo alejándose y sonriéndome. Ahora, ve a darte una ducha. Dijo antes de taparse el puente de la nariz con sus dedos, haciendo cara de asco. Hueles a vómito y alcohol. Juntos, no son una buena mezcla…
Eres un idiota. Dije golpeándolo en el hombro antes de salir del baño e ir hacia mi cuarto. Él rió estruendosamente, como lo hacía siempre, como lo hacía mi mejor amigo de siempre…

Emmet POV
Quizás, esto te calme el dolor. Dije mientras levantaba mi vista hacia ella.
Me quedé sorprendido al verla sentada sobre la tapa del retrete con mi bata roja puesta. ¿Por qué se tapaba? No es como si no la hubiera visto desnuda no más de hacía unas cuantas horas y minutos atrás. Igual, debía admitir que mi bata le favorecía a sus hermosas curvas. Esas curvas que venían trayéndome loco hacía ya dos años, desde la vez que la dejé de mirar como mi mejor amiga y comencé a verla como la hermosa mujer que era.
Gracias. Dijo con su voz algo ronca de tanto vomitar.
Le entregué unas píldoras para el dolor de cabeza, que tomó al instante junto con el vaso de agua que también le había traído. Me devolvió el vaso vacío, y lo dejé sobre la mesada que había al lado del lavamanos.
En ningún momento dejé de mirarla a los ojos, esperando su reacción a lo que había ocurrido anoche. Ella hasta ese momento, no había hecho ningún comentario respecto a eso, por lo que me tenía bastante nervioso y ansioso.
Gracias. Volvió a repetir sin mirarme a los ojos. ¿Por qué me ignoraba de esa forma? No tenía derecho hacerlo luego de lo que había ocurrido.
Giró dispuesta a irse, pero la tomé del brazo y la volví hacia mí. No estaba dispuesto a dejar que se fuera sin decir nada, no podía torturarme de esa forma. Prefería que me gritara, me insultara, me odiara. Pero que me ignorara, era el peor de los castigos para mí.
Bella, por favor, di algo… Le pedí casi suplicando. Patético. Yo nunca había tenido que suplicarle a nadie, y mucho menos a una chica. La primera vez que lo hacía, lo hacía hacia mi “mejor amiga”. PEOR que patético.
¿Qué quieres que diga? Preguntó confundida.
No lo sé. Dije respirando aceleradamente, mi paciencia estaba decayendo. Insúltame, ríete, llora, cualquier cosa. Pero no me ignores, te lo suplico…
Emmet, lo de anoche no debió ocurrir. Dijo con la voz entrecortada, tomándome por sorpresa.
Abrí mis ojos de golpe. No podía estar hablándome en serio. No después de haberse entregado a mí de esa forma. Yo tenía bien en claro que ella me veía como su amigo, y eso hizo que me entristeciera.
Yo… realmente lo siento. Se disculpó bajando su mirada. Sé que yo fui la que comenzó todo y… No dejé que terminara.
A pesar de todo, no podía verla sufrir ni por el más minúsculo detalle. Yo me había jurado a mí mismo protegerla de todo y de todos, incluyéndome. Y si eso implicaba que, aún después de lo que había ocurrido, eso que tanto yo había esperado que se convirtiera en realidad y dejara de ser un sueño, tuviera que fingir ser su “mejor amigo”, lo haría. Aunque me doliera.
No tienes nada de que disculparte, cariño. La llamé por el apodo por el cual siempre lo hacía, consiguiendo que ella me sonriera. Le devolví la sonrisa antes de abrazarla. Ambos estábamos igual de ebrios, todo está bien… Dije besando su frente. Ella me devolvió el abrazo con fuerza.
Yo sabía que aquella última frase había sido mentira. En realidad, ella era la más ebria, yo apenas había tomado una cuantas de las botellas. Eso no quería decir que me había aprovechado de ella, al contrario. En un momento, antes de ir por mis cerezas, le había advertido que se estaba pasando con la bebida. Pero mi Bella siempre fue una niña terca, así que no me sorprendió que no me llevara el apunte.
Gracias. Susurró mi Bella con tranquilidad. 
De nada, preciosa. Dije alejándome y sonriéndole como si nada. Ahora, ve a darte una ducha. Me tapé el puente de mi nariz con los dedos e hice cara de asco. Hueles a vómito y alcohol. Juntos, no son una buena mezcla… Traté de calmar las cosas, al menos para ella.
Eres un idiota. Dijo golpeándome en el hombro, como hacía siempre, antes de salir del baño e ir hacia su cuarto, eso supuse. Reí sin contenerme.
¿Por qué la amaba tanto y al mismo tiempo la odiaba por hacerme cosas como esas? Cada toque de su piel contra la mía, aunque fuera un simple roce, producía una fuerte corriente eléctrica en mi cuerpo. Una corriente que la mayoría de las veces provocaba que mi amigo de abajo cobrara vida, y a partir de ahora, tendría que tener más cuidado respecto a ello.
“¿Por qué la cuidas tanto?” Me reprochó mi conciencia “Edward no está, y no volverá hasta dentro de varias semanas. ¿Por qué no aprovecharnos, aunque sea, una vez más?” Sugirió con picardía.
Yo no podía aprovecharme de ella, pero dada las circunstancias. Demonios. Era como una maldita adicción. Una vez que la pruebas, si te gustó, no puedes dejarla. Y yo ya había probado a Bella, y no me gustó, amé la sensación de sentirme uno con ella. Amé la sensación de su piel rozando la mía, amé recorrer con mi lengua su entera boca por primera vez, amé todo de ella…
Mierda, se me haría difícil dejarla, por lo que una noche más, no le haría daño a nadie, ¿o no? 

Okey, mucho para decir no tengo, solo pedir otra oportunidad (? *-* :)
¡Las amo!
Peace. Out.
Ally C-B.

sábado, 3 de marzo de 2012

Summary: Jasper tuvo que sufrir las consecuencias que sus actos le dejaron al intentar morder a Bella en su cumpleaños, el abandono por parte de la familia Cullen. ¿Qué ocurrirá cuando logre disculparse? J/B. R: M.
Advertencia: Este fic tiene rating M por futuros Lemmons y por el vocabulario. Ya saben, si no les gusta, vuélvanse por donde llegaron. No quiero ser mala, pero luego no quiero reclamos si ya hice advertencia.


2.-Capitulo Dos
“Las nuevas oportunidades nos devuelven las ganas de vivir…”
Last Moon
By Ally Cullen-Black
&.
Jasper POV
Los meses pasaban por la ventana de mi habitación mientras yo lo único que hacía era mirar al techo, recostado en mi cama y salir a cazar animales cuando lo necesitaba.
Octubre.
Un mes, desde que mi Alice y mi familia me abandonaron. Un mes, y todo se derrumbaba lenta y tortuosamente…
Noviembre.
Dos meses, en los que me la había pasado encerrado, sin hablar, sin sentir ni moverme. Definitivamente, parecía un cadáver muerto.
Dos meses ya habían pasado, y mis actividades se resumían a prácticamente vivir sin razón. Y la rutina de todos los días se volvía costumbre, estar tumbado en mi cama, salir a cazar cuando lo necesitaba, y luego volver a mi ‘sarcófago’, o sea, mi habitación -irónico, ¿no es cierto?-.
Hermano, ¡eso es todo! Dijo Peter entrando en mi habitación. No puedes seguir así. ¡Ponte los malditos pantalones de una vez y enfrenta la realidad! Gritó abriendo la cortina de la ventana, dejando entrar la luz solar por ella. Llenando toda la habitación del típico brillo que provocaba el choque de aquella luz sobre mi piel, la piel de un monstruo.
Peter tenía razón. Mi familia ya me había dejado, junto con Alice. ¿Qué se le podía hacer? Ya todo estaba hecho, y era hora de comenzar una nueva vida.
Así se habla, Mayor. Dijo Peter orgulloso mientras caminaba hacia la puerta de mi habitación, pero se detuvo en el marco de la puerta. O mejor dicho, así se piensa… Soltó una carcajada ante su propia corrección.
Me senté en mi cama, observando todo a mí alrededor. Esta era mi nueva vida, mi nueva existencia, por lo tanto tendría que quererla. Me levanté, tomé una ducha rápida, y me vestí normalmente, al estilo Jasper Whitlock, y no Jasper Cullen. Ese pensamiento me dolió un poco, pero tenía que enfrentarlo, y superarlo.
Salí hacia fuera para encontrarme con Peter y Charlotte esperándome para ir a cazar. Hablé con ellos y les expliqué que no quería beber sangre humana y que necesitaba de su ayuda para poder superar esa maldita debilidad de una vez por todas. No estaba en mis pensamientos seguir siendo débil con respecto a mi autocontrol. Ellos me apoyaron y comenzaron a ayudarme.
Diciembre.
Siempre estaría agradecido con Peter y Char. Ellos eran mi verdadera familia, y como tal, hacía ya un mes que venían ayudándome con respecto a mi autocontrol. Ellos aún seguían bebiendo sangre humana, por lo que cuando regresaban de sus cacerías, volvían con sus vestimentas totalmente ensangrentadas, y yo debía controlarme y no atacarlos. Al principio, perdía el control, dejando a Peter lleno de nuevas marcas de mordidas. Pero según él, el ‘plan’ iba a funcionar, así que seguimos con ese mismo método. Hasta que un día, simplemente no me abalancé sobre Peter; todo lo contrario, la sangre humana ya no producía demasiados estragos en mí. Ya no… me llamaba de la misma forma que antes.
Estaba feliz conmigo mismo. ¡Al fin dejaría de ser el monstruo que tanto odiaba! Esta bien, aún seguía siéndolo, pero podía ejercer más control sobre él sin sufrir tanto como antes.
Tenía demasiados planes en mi mente. Entre ellos, y el más importante de todos, disculparme con Bella.
Cada maldito día de esos dos meses que estuve sumido en mi depresión, la única persona en la que pensaba era en ella, y en la culpa que sentía. Necesitaba sacarme esa mortificación que llevaba por dentro, o no podría vivir conmigo mismo si no lo hacía.
Pero, ¿cómo poder acercarme a ella sin que Edward estuviera a su alrededor?
¿Una carta, quizás…? Me sugirió Peter metiéndose en mi cabeza.
Lo miré serio antes de negar con la cabeza.No, Edward la interceptaría antes de que llegara a ella.
¿Una señal de humo? —Lo miré entre perplejo y confundido. ¿Acaso estaba hablándome jodidamente en serio? Peter soltó una estruendosa carcajada.
¡Por supuesto que no! Eso es muy antiguo. No seas idiota… —Dije sentándome sobre el sofá y suspirando.
Mmm… Podríamos aparecernos una vez más en el Instituto. —Propuso tomando uno de los tantos libros que había sobre el estante de la pequeña librería que allí había.
Claro, si lo que queríamos era una muerte segura, apareceríamos mañana mismo -nótese el sarcasmo-. Además, ¿y si no lograba contenerme? ¿Y si volvía a lastimarla?
A lo mejor, si explicamos que solo venimos a disculparnos, o mejor dicho, tú vienes a disculparte, no nos hagan daño. Y no temas, Mayor; ya eres fuerte, ¿recuerdas? Confía. —Dijo palmeándome la espalda antes de desaparecer camino a la habitación de Char.
Eso podía ser posible. Los Cullen no eran tan malos… Sí, yo los odiaba por lo que me habían hecho -abandonarme como a un perro-, pero eso no quería decir que fueran seres malignos. Al menos, eso quería creer. Y sí, tenía que de una vez por todas, comenzar a confiar en mí mismo.
“Entonces, será una disculpa personal.” Comentó mi mente.


 *asoma la cabeza por debajo del escritorio* Holó (? Alguien detrás de la pantalla (? :B
Ok, primero que nada -y aquí vamos de nuevo con el conteo xB-, disculpas por mi tardanza con el fic de "Mi segunda vida". =/ Es que ando con bastantes problemas "familiares" y toda la weá, así que... Me tendrán que tener un poco más de paciencia. u_u
So... :B Qué les pareció el cap (? Sigo (? ^-^
¡Las amo! <3
Peace. Out.
Ally C-B.
 
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