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martes, 16 de agosto de 2011

Mi segunda vida_Cap veintitres

1 comentario:
 
Capitulo Veintitres
Charla
Bella POV
Estaba corriendo en dirección a la casa de los Cullen, pero antes de llegar vi a Edward corriendo hacia mí.
-¡Bella! –gritó desesperado mientras me abrazaba por la cintura y me alzaba una vez que llegó a mí. Una sonrisa estúpida no se iba de mis labios.
Había extrañado tanto el calor de sus brazos a mi alrededor, que no me importaba ni me molestaba estar todo el tiempo alrededor de ellos.
Edward se alejó un poco para posar sus labios sobre los míos, una vez que me devolvió al suelo. Me sentí llena, y feliz, cuando sentí la suavidad de sus labios y la delicadeza con la que comenzó a besarme. Había extrañado todo de él, y por ese motivo, le correspondí de la misma forma.
 Sus labios dejaron los míos para pasar al resto de mi cara. Edward besaba mis mejillas, mi frente y mi nariz, una y otra vez, sin cansarse, mientras tomaba mi rostro entre sus manos. Luego comenzó a revisarme, no entendí con exactitud porque lo hacía.
-¿Estas bien? ¿Estas herida? –me preguntó quitándome la campera y revisando mis brazos mientras yo fruncía el ceño.
¿Por qué me preguntaba él si estaba herida? ¿Qué es lo que él sabía? Muchas preguntas surgieron en mi cabeza mientras él se disponía a revisarme.
Frunció el ceño cuando vio por primera vez mis brazos, todos mordidos por vampiros. Él no los había visto antes, ya que no se me había ocurrido usar mangas cortas hasta ese momento. El dolor cruzó por su rostro, haciendo que yo también lo sintiera.
Tomé su rostro entre mis manos mientras hacía que me mirara directo a los ojos.
-Estoy bien, tranquilo –le dije antes de darle un corto beso en los labios mientras él me abrazaba por la cintura.
Edward me volvió a besar, pero esta vez intentando profundizar el beso. Le correspondí mientras pasaba mis brazos alrededor de su cuello y él me apretaba más a su cuerpo. Era reconfortante sentirlo en mis labios, sentirlo mío otra vez, sentir que yo era muy afortunada por tenerlo conmigo, sentirme la mujer más amada en el mundo, y todo por él.
Pero las preguntas volvieron a mi mente, haciendo que comenzara a bajar los niveles de nuestro beso. Separé nuestros labios ganándome una protesta de parte de él, y apoyando mi frente sobre la suya.
-Tenemos que hablar –susurré con la respiración acelerada mientras soltaba mi agarre en su cuello. Él asintió alejándose un poco de mí.
Me sentí estúpida por haber cortado con ese momento tan lindo, pero no podía seguir haciéndome ilusiones si la realidad resultaba ser otra.
Tomé su mano y lo llevé hacia un árbol de allí, donde él se apoyo una vez que se sentó y yo me senté a su lado, pero estando al frente suyo. Edward no soltó mi mano, sino que comenzó a acariciarla con ambas manos y me sonreía alegre, y ya calmado. Suspiré antes de empezar a hablar, sin devolverle ninguna sonrisa y mirando nuestras manos unidas.
-Edward, ambos estamos confundidos –comencé mientras él suspiraba- Ambos tenemos preguntas hacia el otro, y creo que es el momento de contestarlas –dije sin mirarlo, temiendo de que su mirada no fuera la que yo esperaba.
-Tienes razón, -dijo removiéndose pero sin soltar mi mano- creo que es el momento de aclarar algunas cosas –dijo antes de levantar mi mirada con una de sus manos en mi barbilla.
Se quedó unos segundos viendo directamente a mis ojos, como si buscara algo antes de preguntar.
-Bella, ¿me amas? –me preguntó mirando directo a mis ojos.
Tuve miedo de contestar. ¿Y si daba la respuesta equivocada? No creía poder soportar que él no me amara. Pero si pude seguir adelante una vez, podría hacerlo de nuevo, aunque costaría, y mucho.
-Sí, Edward. Te amo…-le dije antes de que él se acercara y me diera un corto beso en los labios, dejándome sorprendida.
-Yo también te amo, Bella –dijo con su frente pegada a la mía.
Comencé a respirar aceleradamente mientras sus palabras se reproducían en mi mente. Estaba muy confundida.
-Pero, tú dijiste…
-Sé lo que dije –me interrumpió alejándose de mí y mirando directo a mis ojos- Sé lo que dije hace 15 años atrás, sé cuanto te lastimaron mis palabras, sé cuanto me costo el haberte dejado. Me costo tu vida, Bella –dijo apenado mientras el dolor se reflejaba en su rostro, al igual que en el mío.
-Entonces, ¿por qué te fuiste? –le pregunté con mi voz algo quebrada- ¿Por qué dijiste que no me amabas?
-Bella, lo ocurrido con Jasper me hizo pensar en todos los peligros más en que te pude haber metido. Te mentí, Bella. Tuve que hacerlo, por tu bien, para protegerte –dijo sin apartar su mirada de la mía- Pero tu me creíste tan rápido que no me dio posibilidad de nada.
-Te creí porque no tenía sentido que me amaras, -le contesté de golpe mientras él cerraba sus ojos, como si se hubiera enojado- yo era humana…nada…una simple humana…-dije con desprecio bajando mi mirada.
-Bella, -protestó Edward acercándose a mí y apoyando su frente sobre la mía- tu fuiste y siempre serás todo para mí…TODO –aclaró antes de besarme otra vez.
Comencé a sollozar en sus labios. Él me alzó y me sentó en su regazo, sin apartar nuestros labios, mientras yo pasaba mis brazos por su cuello y él por mi cintura. Corté con el beso, necesitaba abrazarlo, y así lo hice. Lo abracé por el cuello, escondiendo mi rostro en su cuello mientras no podía evitar sollozar. Y no lo hacía de tristeza, lo hacía de felicidad.
Edward nunca me había dejado porque no me amaba, él lo había echo para protegerme. Porque me amaba, porque siempre fue el novio sobre-protector y yo la novia protegida, porque yo le importaba, porque siempre fui todo para él. Reí estúpidamente antes de alejarme de su cuello y mirarlo a los ojos.
-Bella, ¿te ríes o lloras? –me preguntó Edward divertido.
Reí nerviosamente antes de apoyar mi frente sobre la suya y volverlo a besar. Él sonrió contra mis labios mientras me abrazaba fuerte, sin miedo a quebrarme o algo por el estilo. Solté sus labios y le sonreí en respuesta, mirando directo a sus ojos, y abrazándolo por el cuello con fuerza, pero no demasiada.
-Te amo, -le dije sonriendo. Sus ojos brillaron y me sonrió de oreja a oreja.
-Te amo, Bella –me contestó dulcemente dándome un corto beso en los labios.
Le correspondí con dulzura justo cuando Alice y Jasper aparecían de entre los árboles, tomados de las manos y sonriendo. Me giré hacia ellos mientras Edward apoyaba su frente en mi mejilla y cerraba los ojos, protestando.
-Lo siento, le dije que esperara, pero no me hizo caso –se disculpó Jasper mientras Alice lo arrastraba hacia nosotros.
Le sonreí en respuesta mientras me levantaba, y mientras Edward seguía protestando. Corrí hacia Alice para abrazarla, y cuando ella vio mis intenciones, no dudo en soltar a Jasper para correr hacia mí. Nos abrazamos fuerte, riendo como niñas pequeñas.
-Te extrañe mucho, Bells –dijo Alice durante el abrazo.
-Yo igual, Alice –le contesté con una sonrisa y alejándome para darle un beso en la mejilla.
Ella se quedó sorprendida ante mis acciones, todavía no se acostumbraba a que yo fuera más demostrativa, a que no tuviera vergüenza de decir lo que sentía y quería, como antes.
Me giré para volver hacia Edward tomada de la mano de Alice. Él seguía sentado contra el árbol y Jasper estaba en la misma posición que yo había estado antes, sentado al frente de Edward. La diferencia era que él estaba un poco más alejado de Edward.
Solté la mano de Alice cuando llegamos a ellos y Edward me estiró sus brazos, dándome a entender que quería que me sentara en su regazo. Me senté en él y lo abracé por el cuello, como antes, mientras Alice se sentaba al lado de Jasper y él la abrazaba por la cintura, al igual que Edward me abrazaba a mí. En eso, Jasper y Alice me miraron preocupados y sorprendidos.
-¿Qué ocurre? –pregunté dándome cuenta de sus miradas mientras Edward besaba mi cuello, provocando que me estremeciera- No lo hagas, -le susurré a Edward mientras me giraba a mirarlo y Jasper daba una tosida fingida.
-Lo siento, -se disculpó besando mi nariz con una sonrisa.
-Volviendo al tema, -dije girándome hacia Alice y Jasper que me miraban con una sonrisa pero en sus ojos había preguntas- ¿Qué ocurrió para que me miraran de esa forma? –pregunté sin miedo.
-Amm, pues…tus brazos…-dijo Alice dubitativa.
Miré mis brazos dándome cuenta a que se refería. Mis brazos estaban llenos de mordeduras de vampiros, gracias a mi trabajo. Jasper miraba mis brazos con el ceño fruncido, confundido, mientras millones de preguntas cruzaban su mente, haciendo que tanto Edward como yo, nos mareáramos.
 -¡Jasper! –dije perdiendo la paciencia y haciendo que Edward y Alice saltaran por mi grito- Por favor, controla tus pensamientos, -le pedí mientras suspiraba gracias a que él dejaba de pensar.
“Y yo que creía que Alice era la alborotada…” pensé dejando que Edward me escuchara. Él comenzó a reírse, escondiendo su rostro en mi cuello, sin poder evitarlo. Volví mi escudo a su lugar.
-Se que tienes preguntas, pero no las pienses a todas de una vez, pregúntame –le pedí a Jasper mientras intentaba controlar las risas de Edward en mi cuello.
Jasper asintió omitiendo a Edward y comenzó con su cuestionario junto con Alice.
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^_^ Espero coments! ♥ Las amoo! Se me cuidan, ¿sip? xD

1 comentario:

  1. Hola Ally acabo de dar con tu blog y me gusta mucho comence a leer esta historia en el blog de Aqua y me gusto mucho tanto que lei todos sus capis en un solo dia, asi que me vine a tu blog para leer los que me faltaban, es una historia muy interesante asi que espero pronto leer los siguientes capitulos, en cuanto al capitulo me dio mucho gusto que por fin Bella y Edward pudieron hablar de lo que los llevo a separarse espero que pronto se soluciones las cosas entre ellos....
    Asi que aqui me tendras leyendo tus historias.
    Besos

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