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domingo, 26 de febrero de 2012

Relaciones Prohibidas_Capitulo Dos

2 comentarios:
 
Summary: Bella es la prometida de Edward Cullen. Pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Cuál será la elección de Bella una vez que asuma los sentimientos hacia el hermano mayor de su prometido, su mejor amigo, Emmet Cullen? R: M. Bella/Emmet.
ADVERTENCIA: Contiene lenguaje fuerte y escenas sexuales explícitas. Personas que no les gusta ese tipo de temas, vuélvase por donde llegó. Bajo advertencia, NO HAY RECLAMO.
Canción (?): No. Por esta vez, no hay nada. Les doy permiso para que escuchen lo que se les plazca. XD HAY LLEMON, tengan eso en consideración al comenzar a leer. (; Por lo que yo únicamente sugiero algo sexy. :$


2.-Capitulo Dos
Relaciones Prohibidas
By Ally C-B.
&.
Bella POV
No había esperado que Emmet reaccionara de la forma en que lo hizo, pero no podía negarlo, me había encantado.
Estaba sentada a horcadas sobre él, besándolo salvajemente, con mis dedos enredados en su cabello. Sus manos iban de mi espalda a mi cintura, y de mi cintura a mi trasero, el cual acariciaba y masajeaba por debajo de mi falda.
Comencé a bajar dejando besos húmedos por todo su cuello, mientras Emmet cerraba sus ojos e intentaba no perder el control.
—B-Bella… —Intentó hablar pero lo calle poniendo uno de mis dedos sobre sus labios. Sabía lo que iba a decir, pero yo no quería parar.
Estaba tan excitada y tan mojada, que no me importo una mierda de nada.
—Shh, olvídate de todo. Déjate llevar… —Le pedí susurrando sensualmente en su oído antes de volver a su cuello.
—¿E-estas… segura? —Preguntó acariciando mi espalda por debajo de mi musculosa. Tomé su rostro entre mis manos y lo volví a besar, igual que antes. Salvaje.
—¿Es… suficiente… respuesta? —Pregunté entrecortadamente por la respiración una vez que lo solté.
Emmet sonrió burlonamente antes de comenzar a bajar por mi cuello y comenzar a subir mi musculosa. Levanté mis brazos para que le fuera fácil quitármela. Una vez afuera, Emmet comenzó a bajar por mi cuello hasta el inicio de mis pechos mientras que con sus manos acariciaba mi espalda y mi trasero, hasta que pasados unos minutos se decidió por quitarme la falda. La desprendió mientras yo dirigía mis manos al final de su playera y comenzaba a subirla. Él imitó mi acción anterior, levantando sus brazos para que la prenda saliera fácilmente.
Por primera vez, vi a Emmet con otros ojos. Con ojos de cualquier otra mujer y no con los de 'mejor amiga'. El cuerpo de Emmet era enorme, siempre lo fue. Pero se notaba que todas esas horas en el gimnasio con Edward, tenían sus beneficios. Los brazos de Emmet eran musculosos y su pecho estaba muy bien trabajado, con todo su abdomen marcado. Mordí mi labio inconscientemente mirándolo embobada.
—¿Te gusta? —Me preguntó sonriendo burlonamente.
A pesar de encontrarnos de esa forma, de esa manera tan excitada, él no dejaba de ser Emmet, el creído y arrogante amigo de siempre, el 'playboy' que fue en aquellos días de Instituto, el que hacía que todas mis amigas se derritieran por él…
Levanté una de mis cejas dándome cuenta de que quería provocarme.
"Okey, ¿quieres jugar? ¡Juguemos!" Pensé sonriendo mientras me alejaba de él y me paraba al frente suyo.
Emmet me miró confundido, sin entender qué quería hacer, pero él realmente no se esperaba mi jugada. Me di vuelta y bajé mi falda agachándome, dándole la más perfecta de las vistas a mi trasero casi desnudo, ya que llevaba puesta una diminuta tanga. Me paré derecha y tiré mi falda por ahí.
Escuché el gruñido de Emmet y me giré sonriéndole provocadoramente. Él se paró abruptamente y me abrazó por la cintura, pegándome a su cuerpo. Sentí su duro y erecto miembro contra mi pierna y sonreí victoriosa. Había logrado lo que quería, provocarlo.
Lo empujé haciendo que cayera sentado en el sofá mientras me volvía a sentar a horcadas sobre él. Lo volví a besar mientras mis manos bajaban por su pecho a su pantalón. Lo desprendí mientras nuestras lenguas luchaban por el control en la boca del otro.
Emmet se levantó un poco para que pudiera bajar el pantalón, pero terminó quitándoselo con los pies mientras nuestros labios no se despegaban. Metí mis manos en su bóxer y tomé su miembro entre mis manos provocando que gimiera en mi boca. Comencé a acariciarlo por toda su longitud, de arriba hacia abajo, haciendo que él rompiera con el beso y echara la cabeza hacia atrás, disfrutando de la sensación, mientras yo bajaba por su cuello, lamiendo y besando todo lo que tenía en mi alcance.
Sabía que era lo que exactamente le gustaba, y como le gustaba que lo hicieran. Ser la mejor amiga tenía sus beneficios, uno de ellos, era saber cómo le gustaba el sexo.
—B-Bella… ya… ¡Oh, Dios!... Para… —Gemía Emmet tratando de controlarse.
—¿Eso quieres, Emm? —Le pregunté seductoramente en su oído. —¿Quieres que pare? —Pregunté aumentando la velocidad de mis caricias allí abajo, sabiendo que no se resistiría.
—¡Demonios! No… —Dijo acariciando con sus manos mis piernas. —Por favor… no… no… no pares… —Me pidió reposando su frente en mi hombro mientras respiraba aceleradamente.
Podía sentir los temblores de Emmet, indicando que en cualquier momento se vendría en mi mano. Desaceleré el ritmo, torturándolo un poco. Él aprovechó de la concentración en mis acciones y desprendió mi sostén, quitándomelo y tirándolo por algún lugar de la casa.
Le quité su bóxer, obviamente con su ayuda, ya que en la posición en la que nos encontrábamos no era la más cómoda, pero no queríamos parar. Al principio me dio un poco de miedo al ver a su granmiembro, pensé que no entraría en mí, a pesar de haberlo visto antes. Emmet, era el cobrador de todas las bromas pesadas de Jasper, Edward y Jacob, mi hermano mayor. Por lo tanto, su querido amigo, había quedado expuesto a la vista de todos gracias a ellos.
Había quedado algo atónita al pensar si su gran amigo podía llegar a entrar en mí, pero después me convencí a mí misma y lo tomé como un reto. Tenía que entrar, e iba a entrar. Es más, me excitaba pensar en el placer que ese gran amigo podía llegar a otorgar.
Sentí todo el aire irse de mis pulmones cuando Emmet comenzó a besar mis pechos. Los lamía, mordía con desesperación, provocándome, excitándome más si es que era posible, mientras yo gemía cada vez más.
—Sabes, hay algo que me molesta. —Dijo Emmet con voz ronca subiendo por mi cuello.
—¿Ah, sí? —Pregunté tratando de que mi voz saliera. —¿Q-qué cosa? —Pregunté enredando mis dedos en su cabello.
—Esto. —Dijo antes de arrancar mi tanga. Un pequeño gritito salió de mis labios, haciendo que él riera. Le sonreí antes de besarlo otra vez.
De a poco, fui acercando mi centro a su miembro haciendo que se rozaran. Ambos gemíamos en la boca del otro, mientras de a poco comenzaba a entrar en mí. Dolía un poco, no estaba acostumbrada a su grandeza. Cortamos el beso ya que no podíamos evitar gemir con fuerza.
—Eres… jodidamente… estrecha… —Logró decir Emmet entre gemidos. —¿Es que mi hermanito… no te atiende? —Preguntó antes de morder mi hombro. Gracias a esa acción, mi risa sonó entre medio de un gemido audible.
Una vez que entró, me quedé quieta durante unos segundos. Lo sentía tan adentro que dolía, pero a la vez me generaba mucho placer. Cuando me acostumbre a él, comencé a moverme en círculos, haciendo que ambos gimiéramos en jadeos pesados.
Si en ese momento me preguntaran si alguna vez me hubiera imaginado tener sexo con Emmet, yo hubiera contestado que no. Pero allí me encontraba, cabalgándolo, gimiendo de placer al igual que él. Lo peor de todo era que me encantaba, me encantaba su forma de acariciarme mientras me embestía, me encantaba su forma de besarme, tan delicadamente y después pasar a lo salvaje.
Comencé a sentir como estaba punto de tocar el cielo con la punta de mis dedos. Y definitivamente, esto era nuevo. Sentí mis paredes temblar y llegué a un exquisito orgasmo dejándome caer sobre Emmet, apoyando mi cabeza sobre su hombro, pero él aún no había llegado.
Él se paró conmigo en sus brazos, mientras yo enrollaba mis piernas en su cintura haciendo que entrara más en mí. Él gimió antes de sonreírme mientras yo me movía en círculos con los ojos cerrados.
Subió las escaleras con cuidado y tratando de no dar un paso en falso y lastimarme. Dos minutos más tarde, sentí la suavidad de las sabanas en mi espalda. Abrí los ojos para encontrarme en su cuarto, en su cama, con él aún dentro mío.
—¿Lista? —Me preguntó con una sonrisa divertida. Asentí cerrando mis ojos.
Emmet comenzó a embestirme lento, pero profundo, mientras yo rasguñaba su espalda. Sus embestidas comenzaron a acelerarse provocando que arqueara mi espalda, disfrutando del placer que me provocaban sus penetraciones.
Podía sentir a Emmet temblar, ya estaba a punto de llegar, al igual que yo. Volví a enredar mis piernas en su cintura, ayudándolo con las embestidas. Un par más, su respiración comenzó a ser en jadeos pesados, y llegó. Llenándome por completo y llevándome con él.
Él se dejó caer sobre mí, provocando que la fricción de nuestros cuerpos sudados fuera exquisita, escondiendo su rostro en mi cuello mientras yo lo abrazaba y ambos respirábamos aceleradamente.
Pasados unos minutos, se alejó un poco para ver directo a mis ojos con una sonrisa en su rostro antes de volver a besarme tiernamente y salir de adentro mío, dejándose caer a mi lado.
*Fin del flashback*


¡Holis! ^.^
Segundo cap, ¡editado! :D
El próximo, ¡es nuevo capitulo! *salta emocionada* Espero les guste... :)
¡Las amo!
Peace. Out.
Ally C-B.

2 comentarios:

  1. fantastico y alucinante,me encanto linda..Besos...

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  2. Me encantan tus historias <3 Cada vez que necesito de una lucesita ...aparece tu blog con historias realmente jasdhiushnkjshn :B Simplemente perfecto!

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