Busca en el blog :)

  • Twitter
  • Facebook
  • Google+
  • RSS Feed

jueves, 22 de marzo de 2012

Relaciones Prohibidas_Capitulo Tres

4 comentarios:
 
Summary: Bella es la prometida de Edward Cullen. Pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Cuál será la elección de Bella una vez que asuma los sentimientos hacia el hermano mayor de su prometido, su mejor amigo, Emmet Cullen? R: M. Bella/Emmet.
ADVERTENCIA: Contiene lenguaje fuerte y escenas sexuales explícitas. Personas que no les gusta ese tipo de temas, vuélvase por donde llegó. Bajo advertencia, NO HAY RECLAMO.
Canción (?): No. Por esta vez, no hay nada. Les doy permiso para que escuchen lo que se les plazca. XD

3.-Capitulo Tres
Relaciones Prohibidas
By Ally C-B.
&.
Bella POV
Evacué otro vómito mientras Emmet sostenía mi cabello por detrás. Si odiaba tanto las resacas, ¿por qué simplemente no evitaba tomar? Esas preguntas ingenuas solo podía hacerlas en ese estado, ya que luego, cuando mejoraba, las olvidaba completamente.
¿Estás bien? Preguntó Emmet mientras acariciaba mi espalda desnuda.
No estaba vestida ya que me había dormido en su cuarto por la agitada noche anterior, y lo primero que había hecho al despertarme, fue correr a su baño a vomitar sin importarme el que estuviera desnuda.
Una vez que el vómito cesó, bajé la tapa del retrete y me senté al lado, con la ayuda de Emmet. No quería irme muy lejos, por si las dudas el vómito volviera.
Aguarda aquí. Dijo él poniéndose en pie.
Levanté mi vista para verlo únicamente vestido con un bóxer negro saliendo por la puerta del baño. Mi bajo vientre rugió, y no por hambre o dolor.  ¿Cómo era posible que aún estando en ese estado de resaca, me excitara al ver a Emmet en bóxer? Se suponía que él era únicamente mi amigo. No, mi mejor amigo. ¿Cómo iba a mirarlo de ahora en más a los ojos?
“No lo sé, pero mirarlo con algo de ropa encima no vendría mal…” Reprochó mi conciencia.
Bajé la vista a mi cuerpo y lo encontré desnudo, sin absolutamente nada puesto. Ni siquiera una toalla, o algo por el estilo. Levanté la vista y comencé a mirar a mí alrededor, tratando de buscar algo qué usar. ¡Bingo! Detrás de la puerta, había colgada una bata roja, que no tardé en colocármela antes de que Emmet llegara.
Quizás esto te calme el dolor… Dijo mientras levantaba su vista hacia mí.
Se quedó sorprendido al verme sentada sobre la tapa del retrete con la bata puesta. No entendí ese comportamiento.
Gracias. Dije con mi voz algo ronca de tanto vomitar.
“Y de tanto griterío por lo que ocurrió anoche…” Recalcó mi conciencia. ¡Estúpida conciencia! Sacudí mi cabeza ante la disputa que llevábamos yo y mi arrogante conciencia, parecía demente.
Edward me entregó unas píldoras para el dolor de cabeza, que tomé al instante junto con el vaso de agua que también había traído. Le devolví el vaso vacío, el cual dejó sobre la mesada que había al lado del lavamanos. En ningún momento dejó de mirarme, como si estuviera a la expectativa de algo.
Gracias. Volví a repetir sin mirarlo a los ojos, y la situación comenzó a  volverse tensa e incómoda.
Giré dispuesta a salir del baño, pero su mano tomó mi brazo y me volvió a él.
Bella, por favor, di algo… Me pidió casi suplicando con los ojos cerrados y el ceño fruncido.
¿Qué quieres que diga? Le pregunté confundida.
No lo sé. Dijo respirando aceleradamente. Insúltame, ríete, llora, cualquier cosa. Pero no me ignores, te lo suplico…
Emmet, lo de anoche no debió ocurrir. Dije con la voz entrecortada, tomándolo por sorpresa.
Él abrió grandes sus ojos, y noté un brillo de tristeza, el cual creí que había sido solo producto de mi imaginación. Pero, demonios… Hasta a mí me habían dolido mis propias palabras, y no entendía el por qué.
Yo… realmente lo siento. Me disculpé bajando mi mirada. Sé que yo fui la que comenzó todo y… Alcancé a decir antes de que Emmet me interrumpiera.
No tienes nada de que disculparte, cariño. Sonreí ante el apodo por el que siempre me llamaba mi mejor amigo. Él me devolvió la sonrisa antes de abrazarme. Ambos estábamos igual de ebrios, todo está bien… Dijo besando mi frente. Le devolví el abrazo con fuerza.
Gracias. Susurré con una sonrisa en mi rostro.
De nada, preciosa. Dijo alejándose y sonriéndome. Ahora, ve a darte una ducha. Dijo antes de taparse el puente de la nariz con sus dedos, haciendo cara de asco. Hueles a vómito y alcohol. Juntos, no son una buena mezcla…
Eres un idiota. Dije golpeándolo en el hombro antes de salir del baño e ir hacia mi cuarto. Él rió estruendosamente, como lo hacía siempre, como lo hacía mi mejor amigo de siempre…

Emmet POV
Quizás, esto te calme el dolor. Dije mientras levantaba mi vista hacia ella.
Me quedé sorprendido al verla sentada sobre la tapa del retrete con mi bata roja puesta. ¿Por qué se tapaba? No es como si no la hubiera visto desnuda no más de hacía unas cuantas horas y minutos atrás. Igual, debía admitir que mi bata le favorecía a sus hermosas curvas. Esas curvas que venían trayéndome loco hacía ya dos años, desde la vez que la dejé de mirar como mi mejor amiga y comencé a verla como la hermosa mujer que era.
Gracias. Dijo con su voz algo ronca de tanto vomitar.
Le entregué unas píldoras para el dolor de cabeza, que tomó al instante junto con el vaso de agua que también le había traído. Me devolvió el vaso vacío, y lo dejé sobre la mesada que había al lado del lavamanos.
En ningún momento dejé de mirarla a los ojos, esperando su reacción a lo que había ocurrido anoche. Ella hasta ese momento, no había hecho ningún comentario respecto a eso, por lo que me tenía bastante nervioso y ansioso.
Gracias. Volvió a repetir sin mirarme a los ojos. ¿Por qué me ignoraba de esa forma? No tenía derecho hacerlo luego de lo que había ocurrido.
Giró dispuesta a irse, pero la tomé del brazo y la volví hacia mí. No estaba dispuesto a dejar que se fuera sin decir nada, no podía torturarme de esa forma. Prefería que me gritara, me insultara, me odiara. Pero que me ignorara, era el peor de los castigos para mí.
Bella, por favor, di algo… Le pedí casi suplicando. Patético. Yo nunca había tenido que suplicarle a nadie, y mucho menos a una chica. La primera vez que lo hacía, lo hacía hacia mi “mejor amiga”. PEOR que patético.
¿Qué quieres que diga? Preguntó confundida.
No lo sé. Dije respirando aceleradamente, mi paciencia estaba decayendo. Insúltame, ríete, llora, cualquier cosa. Pero no me ignores, te lo suplico…
Emmet, lo de anoche no debió ocurrir. Dijo con la voz entrecortada, tomándome por sorpresa.
Abrí mis ojos de golpe. No podía estar hablándome en serio. No después de haberse entregado a mí de esa forma. Yo tenía bien en claro que ella me veía como su amigo, y eso hizo que me entristeciera.
Yo… realmente lo siento. Se disculpó bajando su mirada. Sé que yo fui la que comenzó todo y… No dejé que terminara.
A pesar de todo, no podía verla sufrir ni por el más minúsculo detalle. Yo me había jurado a mí mismo protegerla de todo y de todos, incluyéndome. Y si eso implicaba que, aún después de lo que había ocurrido, eso que tanto yo había esperado que se convirtiera en realidad y dejara de ser un sueño, tuviera que fingir ser su “mejor amigo”, lo haría. Aunque me doliera.
No tienes nada de que disculparte, cariño. La llamé por el apodo por el cual siempre lo hacía, consiguiendo que ella me sonriera. Le devolví la sonrisa antes de abrazarla. Ambos estábamos igual de ebrios, todo está bien… Dije besando su frente. Ella me devolvió el abrazo con fuerza.
Yo sabía que aquella última frase había sido mentira. En realidad, ella era la más ebria, yo apenas había tomado una cuantas de las botellas. Eso no quería decir que me había aprovechado de ella, al contrario. En un momento, antes de ir por mis cerezas, le había advertido que se estaba pasando con la bebida. Pero mi Bella siempre fue una niña terca, así que no me sorprendió que no me llevara el apunte.
Gracias. Susurró mi Bella con tranquilidad. 
De nada, preciosa. Dije alejándome y sonriéndole como si nada. Ahora, ve a darte una ducha. Me tapé el puente de mi nariz con los dedos e hice cara de asco. Hueles a vómito y alcohol. Juntos, no son una buena mezcla… Traté de calmar las cosas, al menos para ella.
Eres un idiota. Dijo golpeándome en el hombro, como hacía siempre, antes de salir del baño e ir hacia su cuarto, eso supuse. Reí sin contenerme.
¿Por qué la amaba tanto y al mismo tiempo la odiaba por hacerme cosas como esas? Cada toque de su piel contra la mía, aunque fuera un simple roce, producía una fuerte corriente eléctrica en mi cuerpo. Una corriente que la mayoría de las veces provocaba que mi amigo de abajo cobrara vida, y a partir de ahora, tendría que tener más cuidado respecto a ello.
“¿Por qué la cuidas tanto?” Me reprochó mi conciencia “Edward no está, y no volverá hasta dentro de varias semanas. ¿Por qué no aprovecharnos, aunque sea, una vez más?” Sugirió con picardía.
Yo no podía aprovecharme de ella, pero dada las circunstancias. Demonios. Era como una maldita adicción. Una vez que la pruebas, si te gustó, no puedes dejarla. Y yo ya había probado a Bella, y no me gustó, amé la sensación de sentirme uno con ella. Amé la sensación de su piel rozando la mía, amé recorrer con mi lengua su entera boca por primera vez, amé todo de ella…
Mierda, se me haría difícil dejarla, por lo que una noche más, no le haría daño a nadie, ¿o no? 

Okey, mucho para decir no tengo, solo pedir otra oportunidad (? *-* :)
¡Las amo!
Peace. Out.
Ally C-B.

4 comentarios:

  1. O_O! Yo quiero un amigo como em... Me gusto como quedo el capi de hoy... Ya quiero que subas otro quiero saber que ara emm para estar con bella de nuevo

    ResponderEliminar
  2. Me encanta, pero eso ya lo sabias U_U tristeza cuando pensé que dejabas de escribir :)
    ♥ ♥ ♥ ♥

    ResponderEliminar
  3. Fascinante ,me encanto aunque esa otra noche mas creo que les traerá problemas,sigue asi linda....Besos..

    ResponderEliminar
  4. Me gusta mucho este fic nena. Felicitaciones por el blog y como escribes.
    Besos

    ResponderEliminar

 
© 2012. Design by Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff