Busca en el blog :)

  • Twitter
  • Facebook
  • Google+
  • RSS Feed

jueves, 22 de diciembre de 2011

Naughty Game_Cap Catorce

1 comentario:
 
Summary: Isabella Swan no es la típica chica de 17 años, torpe, indefensa e inocente. Ella es atrevida, rebelde, decidida, no le importa decir lo que piensa ni lo que los demás piensen de ella, y, por sobretodo, es la chica más deseada de todo el Instituto desde que llegó. Cualquier chico moriría por tenerla, cualquier chica desearía ser su mejor amiga, Isabella era el objetivo de todos. Pero ella ya tenía a sus dos objetivos bien fijados. Pero, ¿qué ocurrirá cuando ellos terminen siendo diferentes a lo que aparentan?
Advertencia: Contiene escenas sexuales explícitas -por eso el rating M, daa-, lees bajo tu propia voluntad. Persona que no les gusten los tríos -o LEMMONS de cualquier tipo-, RETROCEDAN. No me hago responsable bajo advertencia.
N/A: Guadi, mi hermosa Beta, te mereces el premio Nóbel por aguantarme. ^^ Te quiero, hueóna mía. (L


14. Capitulo Catorce
Naughty Game
By Ally Cullen-Black
&.
Bella POV
Respiré profundamente antes de caminar hacia él agarrando la sábana que tenía alrededor del cuerpo. Él observó confundido cómo me sentaba a su lado -a su izquierda, para ser más precisos- mientras le daba una calada a su cigarrillo.
El silencio se hizo presente. Mierda. No sabía que putas decir.
"¿Cuándo mierda madurarás?" Me reprendió mi mente.
Ni yo conocía la respuesta, pero haciendo cálculos, la respuesta sería: 'Falta demasiado tiempo'.
"Cobarde…" Resoplé.
Diablos. Yo misma tenía razón, ya que al fin y al cabo, era mi propia mente. Era una inmadura y una cobarde. Genial.
Suspiré mirándome las manos sobre mi regazo. Parecía una estúpida niñata.
Edward exhaló el humo y me tendió el adictivo tabaco. Lo acepté dándole una larga calada. El humo que se insertó en mi organismo hizo que la cobardía se me fuera durante una milésima de segundos, haciendo que tomara el suficiente valor para hablar.
—Lo siento. —Solté las palabras todas juntas, atropellándose la una con la otra.
Edward volvió su cabeza hacia mí otra vez.
—¿Qué? —Preguntó alzando una ceja.
Exhalé el humo que me quedaba en los pulmones.
—Dije que lo siento…—Repetí casi en voz baja.
—¿Qué es exactamente lo que sientes? —Preguntó dejando su taza de café sobre la pequeña mesa que había en frente del sofá y mirándome de frente.
Le di otra calada al cigarrillo antes de contestar. Me sentía tan observada que sentía que si no lo hacía, me haría un ovillo en el mismo sofá sintiendo cohibición.
—Siento haberme comportado como una perra sin corazón. —Contesté mirando hacia arriba, cualquier cosa que no fuera su intimidante mirada.
—Y…—Dijo como pretendiendo que siguiera la oración.
Bajé mi mirada hacia él. Podía notar como su sonrisa luchaba por escapársele, pero él no la dejaba. Fruncí el ceño mirándolo seria.
—¿A qué juegas, Edward? —Le pregunté antes de volver a darle una calada al casi ya inexistente cigarrillo.
Él me lo quitó de los labios y lo apagó en el pequeño cenicero que había sobre la mesita. Se acercó a mí de repente y acarició con su nariz mi cuello. Inspiró fuerte allí, llevando su mano a mi pierna derecha y comenzó a acariciarla sobre la sábana.
Suspiré sin poder evitarlo. Mi cuello era mi punto débil, y algo me decía que él ya lo sabía.
—¿Sigues pensando que te contagié de alguna peste? —Preguntó reemplazando su nariz por sus labios que le daban pequeñas caricias a mi cuello.
Diablos. Estaba volviéndome loca. Su mano cada vez ascendía más y más. Mordí mi labio inconscientemente cuando su mano rozó mi pecho.
Inspiré profundamente.
—No contestaste a mi pregunta. —Contraataqué para no contestar.
Aunque, en realidad, no creía posible que él me contagiara de algo. Solo no quería darle la satisfacción de una respuesta. Terca, sí, lo sé.
Sus labios ya estaban sobre mi mandíbula y su mano se había enredado en la parte de atrás de mi cabeza, entre mi cabello todo enmarañado.
—Tú tampoco. —Dijo antes de estampar sus labios contra los míos. Su lengua se adentró a mi boca sin pedir permiso, un arrebato brusco de su parte que logró excitarme más de lo que ya estaba gracias a sus antiguas caricias.
Cuando nuestras lenguas se encontraron comenzaron a danzar de una forma tan sensual, tan ruda, que logró desconectarme del mundo. Al menos hasta que los flashazos volvieran a mi mente.
Yo… Yo caminando hacia la barra donde estaban ellos tres… Donde Jane estaba besando a Edward sin disimular su calentura… Luego lo soltó y se giró a Jasper, y lo besó de la misma forma… Edward comenzó a reír, hasta que su mirada atrapó la mía… Se paralizó y comenzó a pronunciar mi nombre avanzando hacia mí, pero yo retrocedía... Hasta que me perdí entre la multitud de gente…
Alejé a Edward de mis labios y me perdí en un punto inexistente recordando más…
Salí corriendo del lugar totalmente enojada… Yo, otra vez, corriendo lejos, y luego caminando sola por la calle enojada… De nuevo esa sensación de que alguien me seguía… El forcejeo… Los tipos… El callejón…El auto… Edward.
—¿Bella? —Me llamó Edward tomando mi rostro entre sus manos. Volví a mí, y vi la expresión de preocupación en el suyo.
Volví a alejarlo y me paré, tapándome bien con la sábana. Él me observaba confundido, y dolido. Mierda. ¡¿Acaso se imaginaba él como mierda me sentía yo?! No. Por supuesto que no.
—Bella. —Volvió a llamarme. Abrí mis ojos -que no sé en qué momento los cerré-, respiré profundamente y solté todo.
—¡¿A qué demonios juegan, Edward?! —Le escupí totalmente cegada por el enojo. No entendía una mierda de nada. ¿Por qué Jane los conocía? ¿Qué había entre ellos tres?
Edward respiró profundamente antes ponerse en pie sin contestar, por lo que seguí hablando.
—¿Por qué Jane está en todos los lugares en los que ustedes están? ¿Por qué hay fotos de ustedes tres en el departamento de Jasper? —Pregunté un poco más calmada y tranquila. Edward seguía sin contestar absolutamente nada, pero con cada pregunta que hice fue acercándose más y más, hasta quedar a tan solo centímetros. —¡Contéstame, maldita sea! —Grité despidiéndome de mi tranquilidad.

Edward POV
Bien ¿Y ahora cómo le explicaba de tal forma de que me creyera sinceramente?
Mierda.
Estábamos de lo más felices con Jasper de que hoy al fin veríamos a Bella -o al menos eso suponíamos ya que Peter estaba en el pueblo, y Bella… ella no dejaba de ser una voladora-, y de una forma quizás un tanto más… calmada. Cuando la vimos llegar con aquel tipo que no conocíamos abrazados. ¿Quién demonios era ese chucho de todas formas? ¿Y por qué esta así con ella?
Hasta que al ver un poco más allá, vimos a una vieja cara familiar por entre la gente… Jane.
Joder, esto sin lugar a dudas se iba a complicar. Tenía el claro presentimiento de que así sería, pero no tenía ni la más puta idea de cómo terminar evitándolo… ¡Vaya, ni que fuera un jodido psíquico!
Ni bien se acercaron a nosotros crucé una mirada con Jasper para saber qué haríamos. No era conveniente que ella se nos acercara. Pero no tuvimos que-ni pudimos- acordar mucho. Jane nos envió una mirada socarrona y especulativa antes de acercarse a nosotros como si nada y plantarnos un sonoro beso en la mejilla muy cercano a la comisura de los labios a cada uno. Mierda, sólo esperaba que ella no quisiera 'jugar' hoy con nosotros…. No teníamos tiempo ni ganas para sus estratagemas.
¿Acaso habría hablado con Bella de nosotros? ¿Jane le habría dicho algo? No. Si ese fuera el caso no creo que Bella nos hubiese saludado así como si nada el día que volvimos a reencontrarnos con Jane.
Definitivamente íbamos a tener que mantener una pequeña, y muy corta, charla con Jane para saber que tanto había abierto esa pequeña pero filosa boquita suya.
Y como si fuera poco…
¿Quién demonios era el imbécil que abrazaba tan 'afectuosamente' a NUESTRA Bella? ¿Qué carajos se creía ese chucho que era?
Vi a Jasper a mi lado apretar los puños y me di cuenta de que yo estaba haciendo una pose bastante similar, pero no podía relajarme. No al menos hasta no saber de qué iría toda esta jodida noche.
Entramos, tonteamos y de pronto todo se fue al carajo.
Estábamos en la barra solo Jasper y yo tratando de encontrar la manera de saber de dónde conocía Jane a Bella y cuanto de nosotros habían hablado aprovechando el momento en el que todo el grupo estaba esparcido por los distintos recovecos del antro este, cuando sentí unos pequeños brazos rodear mi cintura desde atrás.
Jane.
—¿Cómo han estado chicos? ¿Me extrañaron? —Dijo en mi oído ya que por el ruido no la habría escuchado de otra forma.
Menos mal que Jasper reaccionó antes hablándole de manera simpática y hasta amistosa porque lo que era yo, bueno sólo digamos que no iba a ser ninguna de esas maneras.
—Hola, Jane. Tanto tiempo ¿Cómo has estado?
—Pues bien… Aunque veo que no tanto como ustedes, ¿eh? Al parecer ya han encontrado a mi reemplazo, qué mal… Y yo que pensaba venir a repartirles todo mi amor nuevamente…—Resoplé. Si, ya. Como si fuéramos a darle otra oportunidad con lo que nos hizo. —Aunque, quien sabe, quizás a Bella no le importe compartir de vez en cuando, por lo que sé es de gustos… Mmm, fuertes…—Comentó antes de echar a reír.
Bien, casi le meto una trompada cuando la escuché hablar así de Bella, pero Jasper me advirtió con una profunda mirada que mejor no seguir por allí. Genial, ¿y qué era eso de 'gustos fuertes' de Bella? Ella sabía, tenía información sobre Bella, y casi como si estuviéramos conectados vi lo que Jasper se traía entre manos.
Él pasó uno de sus brazos por sus hombros y la puso de frente a mí, por lo que en un microsegundo tuve que cambiar mi expresión de 'quiero matarte' a 'Oh, como te he extrañado'. Perfectamente genial…
—Con que gustos fuertes, ¿eh? Pues, no sabría decirte pequeña porque lo cierto es que ella no ha querido venir a divertirse con nosotros. Y ya estamos empezando a perder la cabeza, tú sabes cómo somos. Aún lo recuerdas, ¿verdad? —Coqueteó Jasper con una mentira.
Sí, perdíamos la cabeza en cuanto a Bella se refería, pero no del modo en que Jane creía. No, no en ese modo de… enfurecimiento o cansancio. Más bien, perdíamos la cabeza al verla caminar mientras contorneaba sus caderas de un lado a otro sin percatarse de cuánto despertaba a nuestros amigos, o cuando mordía su labio.
Jane giró su rostro hacia Jasper para observarlo con adoración.
—Por supuesto, ustedes siempre han sido "mis" chicos. —Dijo recalcando el 'MIS'.
—Claro… Todos recordamos esos buenos tiempos.
La verdad es que no habían sido tan buenos… Ella estaba a mayoría de las veces tan colocada, tan en su mundo de voladores, que luego ya no recordaba nada o ni siquiera servía para calentarnos cuando todo lo teníamos que hacer nosotros. No, que va, no fueron TAN buenos, pero sí marcaron un antes y un después en Jasper y en mí.
—Sí. Aunque quizás fuera bueno… rememorarlos un poco más, ¿O no?
—Mmm… Podría ser, pero…—Dijo Jasper antes de que ella lo interrumpiera.
La expresión de Jane cambió a la de una verdadera perra por un segundo y yo que estaba de frente pude verlo a la perfección.
—¿Pero?
—Bueno, lo de Isabella… Digamos que es prioritario para nosotros.
¿Qué tramaba Jasper? Jane cuadró su mandíbula.
—¿Por qué? —Preguntó ella rabiosa.
—Pues, bueno, digamos que hicimos una apuesta, estábamos aburridos y ella llegó siendo la nueva… En fin, la cosa es que queremos entrarle. Y como dije, al principio fue algo así como una apuesta, pero ahora, ahora que se está haciendo la difícil… Bueno pequeña, nos conoces. Ella es un reto ahora.
Jasper acercó su rostro al de ella y dijo:
—Y creo que recuerdas como somos con los retos. —Ella se carcajeo pareciendo una niña, más bien una lolita gastada por la forma en la que estaba vestida y nos miró a ambos de forma risueña y ya un tanto ida.
—Quizás pudieras ayudarnos, por los viejos tiempos. ¿Eh? ¿Qué dices? —Pregunté yo al fin encontrando en mi voz cierto grado de amabilidad.
Ella clavó sus ojos en los míos y me mantuvo la mirada por unos cuantos segundos que parecieron eternos.
—Quizás… Si me dan algo a cambio… Digamos, un incentivo.
—¿Y qué podría ser?
—¿Qué tal un beso con esas hermosas y apasionadas boquitas suyas? ¿Eh?
Intercambié una mirada con Jasper y formé una sonrisa de lado hacia ella.
—Por supuesto. Ven aquí. —Le dije sin darme tiempo a pensar en lo que sentí que DEBÍA hacer.
Tirando de su mano hacia mí la atraje contra mi pecho y junté mi boca con la suya en un beso profundo y húmedo. Ella sabía a alcohol y a algo más que no sabría precisar.
Así tan pronto como lo empecé jugueteé un rato con su lengua y la solté. Sólo para ver como automáticamente pasaba a los brazos de Jasper para besarse en un beso aún más apasionado y casi diría verdadero que el mío. ¡Ja! El maldito cabrón de Jasper era buen actor. Me importaba una mierda lo que pudiera llegar a sentir Jane si supiera en realidad lo que tramábamos.
Giré la cabeza de manera asqueada y sonriéndome para mí mismo al ver lo que en realidad éramos capaces de hacer, cuando me petrifiqué con la sonrisa sarcástica congelada en mi cara.
Mierda. Mierda. Mierda.
Bella estaba casi a medio camino entre la pista y nosotros, y nos miraba con una mirada helada y, casi diría dolida.
¡Joder!
Ella vio como la miraba y echó a correr en dirección contraria a nosotros como si la persiguiera el mismísimo diablo.
—¡MIERDA! —Gruñí saliendo a perseguirla y logrando con el grito que Jasper cortara su beso dejando a una Jane un tanto mareada. Él enfocó a donde yo ya me dirigía y sólo alcancé a escuchar una puteada antes de perderme al igual que Bella entre la muchedumbre de aquel puto lugar.
—¡Bella! —Grité aunque supiera que era en vano.
La seguí frenéticamente por entre la gente empujando y esquivando a diestro y siniestro.
Al llegar al fin a la entrada del lugar mirando como loco a ambos lado justo un momento antes de que Jasper chocara con mi espalda.
—Joder. Nos vio, ¿verdad?
—Sí. ¡Maldita sea tú y tus estrategias! La cagamos hondo, Jasper.
—Okey, tranquilo. Hay que encontrarla. Está sola, seguramente volando y a pie lejos de su casa.
—Genial. ¿Quieres tranquilizarme o volverme loco?
—Tranquilo. —Repitió medio histérico pasando ambas manos por su cabello. —Mira tú ve por allí y yo iré por acá. El que la encuentre le avisa al otro, ¿de acuerdo? —No le contesté, pero comencé a correr en la dirección que me dijo.
Demonios. Teníamos que encontrarla. No sé qué mierdas le diría, pero teníamos que encontrarla.
Corrí al auto. De seguro que así podría andar más rápido que ella. Arranqué y pise el acelerador a fondo.
No sabría decir cómo, el instinto me guiaba, sólo seguía un fuerte presentimiento adelante, a la derecha, adelante… Y así todo el camino, hasta que al fin, AL FIN, vi a la figura de Bella al final de una especie de callejón que daba a varios árboles. Estaba rodeada de unos tres tipos de apariencia nada confiable o amistosa. MIERDA.
El corazón me latía de manera frenética, no podía entrar por allí con el auto. Mierda, mierda, mierda.
Di una vuelta a la manzana metiéndome incluso en contra mano y llegué justo a tiempo para ver como Bella a pesar de estar medio ida le daba un fuerte rodillazo en la ingle a uno de ellos y en consecuencia otro le dio una bofetada que le giró la cara con pelo y todo. Mi furia me cegó.
Avancé el auto quedando a sólo unos cuantos centímetros de ellos y bajé dispuesto a matarlos a todos, hasta que vi como Bella se tambaleaba forcejeando en los brazos de uno.
—Suéltala. —Dije con voz contenida por la furia.
—¿Y tú quién te…?
—¡QUE LA SUELTES! —Metí mi mano en el bolsillo donde llevaba algunas llaves para metérmelas entre los dedos en caso de pelea. No era tan idiota, si no tenía algo de ayuda no podría contra los tres solo.
Al parecer ellos pensaron que tendría un arma un poco mejor porque dos de ellos levantaron las manos y comenzaron a retroceder, mientras que el otro solo se quedó mirándome. Pero luego, al notar que quedaba solo, también retrocedió dejando a una Bella tambaleante sola a punto de caerse.
La tomé justo a tiempo.
—Vámonos. —Le dije solo para ella.
—No… Yo puedo sola…—Dijo intentando empujarme con su vista ida. Respiré profundamente tratando de no perder la poca paciencia que me quedaba.
—Vamos. —Dije firme. La sostuve abrazándola mientras caminábamos hacia el auto y ya una vez allí arranqué como alma que lleva el diablo. Ella solo se recostó en el asiento y a los pocos minutos se encontró dormida.
Okey, no sabía dónde llevarla. Sabía por Alice que en su casa estaba su padre y no creía que fuera buena idea llevarla en este estado a lo del jefe Swan.
Tecleé rápidamente un mensaje de texto a Jasper avisándole que estaba bien y que me la llevaría a mi departamento porque ya estaba dormida a lo que sólo contestó con un escueto "OK".
Bien. Unos quince minutos después me encontraba subiéndola por el elevador al estilo nupcial porque no despertaba y luego de hacer algunos malabares pude sacar la llave y entrar aun con ella a cuestas.
Al entrar me tropecé con una zapatilla que se ve había dejado tirada, por lo que por el susto de tropezar me llevó a casi soltarla y a ella despertarse.
—¿Tú? —Preguntó confundida. —¿Dónde… e-es… estoy? —Preguntó de nuevo arrastrando las palabras. Estaba completamente en vuelo.
—Tranquila… ¿No recuerdas nada?
—¿Eh?
Sacudí la cabeza suspirando.
—Ven. Vamos, tienes que acostarte.
—No me v-voy a re-revolcar co-contigo…—Dijo de forma desastrosa a lo que yo solo reí.
—Era lo último que tenía en mente. —Dije sin pensar.
Ella de pronto se paró derecha y abrió los ojos para mirarme fijamente. ¿La verdad? Me dio miedo.
—Con que así, ¿eh? —Preguntó más para ella que para mí antes de tomarme por la remera y acercarme para plantarme un sonoro beso en los labios. Abrí un poco la boca por la impresión y ella aprovechó para meter su lengua en mi boca.
Su sabor era como rancio ahora, pero era lo que menos me preocupaba. Intenté alejarla. Demonios, ¡pero cómo me costaba! Yo no era Jasper. Él tenía un fuerte autocontrol, pero yo… Yo no podía evitar imaginármela en las mil y una posturas del Kamasutra, follándola hasta que mi cuerpo y el suyo rogaran por un descanso.
Al cabo de unos segundos, ya no me reprimí más. Nuestros brazos se enredaron al compás de nuestras lenguas. Batallando, saboreando, acariciando, descubriendo, reconociendo nuestros cuerpos, nuestras bocas. Comencé a hacerla retroceder sin dejar de besarla, apoyándola de vez en cuando contra la pared del pasillo y restregándome contra ella mostrándole a dónde íbamos con todo esto.
No le importó, no me importó. Mierda, la había deseado tanto. La deseaba tanto...
La tomé de las nalgas y ella ayudó dando un salto para enredar sus largas y hermosas piernas torneadas alrededor de mi cintura, sintiendo contra ella todo el esplendor de mi calentura. El beso se hizo salvaje y sus hermosos y provocativos gemidos se perdían en mi boca. Comenzó a levantarme la camiseta y yo le ayudé a quitármela por la cabeza de tal forma que el beso solo se cortara un par de microsegundos.
No sabría decir bien cómo pero sanos, calientes, y salvos logramos llegar a la cama donde todo pasó.
Decir que fue jodidamente bueno era poco. Muy, MUY poco…
Dios. Cómo se movía. Ella me montó de manera salvaje, rasguñándome, marcándome, haciéndome llegar mucho antes que ella y luego dejándome queriendo más.
Como dije, ella me montó primero, y luego la di vuelta quedando yo encima. Milagrosamente mi amigo y compañero de batallas, no se bajó ni rindió. ¡Y como para hacerlo! La tomé con fuerza. Probé mordí y apreté sus tiernos pechos en cuanto terminé de quitarle a la fuerza la pequeña musculosa que llevaba que por la urgencia de sentirla no le di tiempo a nada. Le subí la falda hasta que quedó tan solo como un pequeño cinturón y corrí el encaje del sostén y de sus diminutas y provocativas bragas que llevaba solo lo justo y necesario para poder tomar y probar lo que quisiera de ella.
La hice llegar dos veces con mis dedos y boca antes de permitirle hacerme llegar a mí otra vez justo con ella tomándome una vez más en su caliente, hinchado y apretado sexo.
Fue una cogida brutal que nos dejó secos y exhaustos. Nada de palabras, solo acciones, hechos.
Demasiado pronto nos sumimos en un sueño completamente necesario, y…
Ahora esto…
Cerré mis ojos con frustración. ¿Qué putas decía ahora?
MIERDA.


Sí, lo sé. Me odian por haberlo cortado allí. Y acepto toda clase de insultos por ello. XD
Bueno, ahora sí. Que me dicen(? Les gustó(?
Ya saben, Reviews! X)
Peace. Out.
Ally C-B.

1 comentario:

  1. Me encantaaa!!!! porfi sigue con esta historiaa!!!! es brillante ;)
    feliz 2012!!!!!!!!
    tu ahora mas fiel seguidora :)

    alice9cullen

    ResponderEliminar

 
© 2012. Design by Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff