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jueves, 26 de enero de 2012

Relaciones Prohibidas_Capitulo Uno

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Summary: Bella es la prometida de Edward Cullen. Pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Cuál será la elección de Bella una vez que asuma los sentimientos hacia el hermano mayor de su prometido, su mejor amigo, Emmet Cullen? R: M. Bella/Emmet.
ADVERTENCIA: Contiene lenguaje fuerte y escenas sexuales explícitas. Personas que no les gusta ese tipo de temas, vuélvase por donde llegó. Bajo advertencia, NO HAY RECLAMO.
Cancion (?): No. Por esta vez, no hay nada. Les doy permiso para que escuchen lo que se les plasca. XD HAY LLEMON, tengan eso en consideración al comenzar a leer. (; Por lo que yo unicamente sugiero algo sexy. :$

1.-Capitulo Uno
Relaciones Prohibidas
By Ally C-B.
&.
Bella POV
Podía sentir cómo todo revolvía en mi estómago, cómo mi cabeza daba vueltas, mareándome. Y allí venía el vomito. Estaba arrodillada en frente del retrete, así que evacué todo dentro de él, y muecas de repugnancia se prolongaban en mi rostro. Odiaba las resacas del día siguiente.
Mientras vomitaba, sentí unas manos quitar mi cabello de mi rostro y colocarlo detrás. Agradecí la acción. En esos momentos, odiaba tener el pelo tan largo, estorbaba demasiado.
No me asusté al sentir aquellas manos que me ayudaban al estar un poco más cómoda a la hora de vomitar, sabía quién era. Pero, ¿cómo llamarlo de ahora en adelante? ¿Amante? No, no sonaba bien. ¿Mejor amigo? No, tampoco, lo habíamos arruinado con lo que habíamos hecho la noche anterior.
¿Cómo habíamos llegado al punto de tener sexo sin importarnos una mierda de nada, ni siquiera el hecho de que yo estuviera comprometida? Y no con cualquiera, ¡sino con su hermano menor! Oh, sí. Lo recordaba muy bien, a pesar de tener esa fuerte resaca…
*Flashback*
—¿Cómo que no iremos? —Le pregunté a Edward sorprendida y algo enojada, cruzándome de brazos.
—Lo siento, cariño. —Se disculpó mientras me abrazaba por la cintura y depositaba un pequeño y dulce beso en mis labios. —Pero necesito hacer este viaje con Carlisle y Jasper. —Dijo con una mirada de disculpas en su rostro.
—Sí, lo entiendo. —Dije relajando mis brazos un poco. —Sé que este viaje es importante para tu carrera… Pero, ¿no pudiste habérmelo dicho antes? —Le pregunté triste.
—Sí, lo sé. Perdóname, amor. —Se disculpó apoyando su frente sobre la mía.
—Eddie, ya está todo listo para tu viaje. —Dijo Emmet, el hermano mayor de Edward y mi mejor amigo, desde el umbral de la puerta de la habitación.
Emmet era el mayor de los dos hermanos Cullen, y algunas veces, era un tanto más divertido que Edward. Últimamente, Edward se centraba demasiado en su trabajo, como el mejor de todos los abogados que pudiera haber existido hasta entonces.
Edward gruñó molesto por la forma en que Emmet lo llamó mientras yo reía por lo bajo.
—¿Quieres intentar omitir tus estúpidos apodos? —Le pidió Edward molesto.
—Nop. No quiero, ni puedo, Eddie. —Contestó con una sonrisa burlona en su rostro antes de pegar media vuelta e irse abajo. Reí otra vez.
—¿Estarás bien con el animal? —Me preguntó Edward refiriéndose a su hermano.
—¡No es animal! —Le reprendí divertida. —Y sí, estaré bien. ¿Recuerdas que es como si fuera mi hermano? —Le pregunté con una sonrisa. Él asintió devolviéndome la sonrisa.
—Voy a extrañarte… —Me susurró en el oído sensualmente.
—Yo igual. —Le contesté tomándolo del rostro y besándolo.
Nuestros besos siempre eran… iguales. Lentos, precavidos, suaves. Aunque, no por eso dejaban de ser sensuales y excitantes. Pero a veces, yo necesitaba que dejara de ser tan sobreprotector y dejara salir a su "animal" de adentro. Obviamente, nunca ocurrió.
—¡EDWARD! —Gritó Emmet desde abajo, haciendo que nos separáramos por el susto. Edward bufó.
—Vamos, te esperan… —Le dije tomando su mano y llevándolo abajo.
Cuando llegamos, Emmet estaba sentado en el sofá viendo una película, mientras las maletas de Edward estaban cerca de la puerta.
—Te esperan en el auto. —Dijo Emmet levantándose del sofá. —¡Te extrañaré, Eddie! —Gritó con una sonrisa, abrazando a Edward. Reí junto con mi prometido y mi mejor amigo.
—Yo igual, Emmet. —Contestó Edward devolviéndole el abrazo.
Los tres fuimos juntos hasta el porche, donde me despedí de Edward con un beso. Cuando él se subió al auto, Emmet me abrazó por los hombros y juntos saludamos a todos los que estaban en el auto agitando nuestras manos. Luego nos encaminamos hacia dentro de la casa.
—Okey, ¿qué tienes planeado, Bells? —Me preguntó Emmet con una sonrisa una vez que llegamos al sofá.
—Teníamos pensado con Edward… ir a ver una Opera. —Le contesté apagando la televisión.
Cuando lo miré, tenía una expresión de horror en su rostro pero divertida a la vez. Comenzamos a reír juntos.
—Eso fue idea de Edward, ¿cierto? —Preguntó mientras se sentaba en el sofá. Asentí con una sonrisa.
—Bueno, tendremos que buscar otra actividad. —Dijo suspirando mientras yo me sentaba a su lado.
—¿Qué propones? —Le pregunté entusiasmada.
Las veces que hacíamos actividades juntos, nos divertíamos a lo grande, lo que me llevaba a confiar ciegamente en él.
—¿Te parecen unas pizzas, cervezas y una maratón de películas de terror? —Preguntó divertido levantando sus cejas varias veces.
—¡Suena genial! —Le contesté con una sonrisa.
—¡Estupendo! —Dijo levantándose del sofá. —Iré a llamar al delivery y traeré las bebidas. —Aclaró yendo hacia la cocina. —¡Busca una película! —Me gritó desde la misma.
Me acerqué al mueble donde estaban todas las películas, y escogí dos que sus portadas me habían llamado la atención. No era especialista ni amante en ese tipo de películas, pero en fin… Esto era mucho mejor que ir a ver una Opera.
—¿Ya escogiste algunas? —Me preguntó Emmet con dos botellas de cervezas, una en cada mano.
—¿Qué te parecen estas? —Le pregunté enseñándole las películas. Él frunció el ceño.
—¿Estás segura? —Me preguntó entregándome una botella.
—Sí, ¿por qué no? ¿Tú ya las viste? —Le pregunté tomando un sorbo de la botella que Emmet me había dado. Él asintió.
—Sí, y si esta noche no quieres dormir, veámoslas. Si no, busca otras… —Dijo esta vez hablando en serio.
—Pero quiero verlas, suenan interesantes… —Dije con una sonrisa juguetona. Emmet sacudió su cabeza sonriendo y tomando un sorbo de su botella.
—Tienes suerte de que este aquí… —Dijo sonriendo con superioridad.
—¿Por qué? —Pregunté confundida.
—Porque mis fuertes y sexys brazos te cubrirán si tienes miedo. —Dijo bromeando. Sonreí mientras le atinaba un golpe juguetón a su hombro. Él rió divertido, ya que seguro, ni debió haber sentido mi golpe.

*Una hora más tarde*
Estábamos sentados en el sofá viendo una de las películas. Yo, prácticamente, estaba pegada a Emmet por el miedo que tenía. Ambos estábamos concentrados en la película, cuando en la peor parte, tocaron el timbre.
—¡Aaaaahhhhhhhhhhh! —Grité echándome encima de Emmet abrazándolo. Él se reía a carcajadas mientras ponía en pausa la película.
—¡Ya! No es gracioso… —Dije, pasados unos segundos, soltándolo para que fuera a abrir la puerta.
—Debiste ver… tu rostro… —Dijo tentado de la risa. Sacudí mi cabeza molesta mientras no dejaba de temblar por el miedo.
Luego de unos minutos, Emmet volvió con dos cajas de pizzas.
—La cena está lista. —Dijo con una sonrisa.
Él se sentó a mi lado y dejó las cajas en la mesa que hacía juego con los demás sillones que había en la sala. Cuando miré la televisión, la imagen en pausa me causó escalofríos, así que lo apagué. Emmet me miró divertido.
—Suficiente por hoy. —Dije tomando una porción de pizza. Él rió divertido.

*Cinco horas más tarde*
No sabía con exactitud cuántas botellas de cervezas nos habíamos vaciado con Emmet, pero sabía que estaba lo bastante ebria como para ver todo doble. Emmet estaba igual de ebrio, o quizás más que yo. Ambos nos reíamos de cualquier idiotez que el otro decía. Pero la conversación fue pasando de lo gracioso a lo erótico.
Él estaba contándome de la vez en que se había acostado con una prima lejana -por supuesto que sin saber lo que eran-, cuando mi mirada fue hacia la mesa, donde estaba el plato de cerezas que Emmet había traído hacía un par de horas. Se le había antojado comer cerezas, que eran su fruta preferida. A mí me gustaban, pero no era amante de ellas como Emmet.
En el plato solo quedaba una cereza, y una idea cruzó por mi ebria mente. Si Edward se iba de viaje, de seguro Jasper iba a querer que salieran a divertirse. Entonces, ¿acaso no podía yo divertirme también?
Sin que Emmet se diera cuenta, tomé la mediana cereza que quedaba y me la llevé a la boca, sin morderla, esperando que él no tardara en darse cuenta. Gracias al cielo, no pasó mucho tiempo hasta que quiso comer una.
Emmet se acercó al plato a tomar una y cuando se dio cuenta que no había, frunció el ceño y me miró. Le sonreí juguetona y sensualmente antes de enseñarle la cereza completa con mis dientes. Él me miró sorprendido, pero luego me devolvió la misma sonrisa antes de acercarse a mí. Con sus dientes mordió la cereza, partiéndola a la mitad, compartiéndola.

Emmet POV
Me alejé de Bella masticando la mitad de la cereza. No me había esperado su repentina y rápida acción, pero eso no quería decir que la escena no había sido jodidamente erótica, y que mi amigo comenzara a despertarse gracias a su acción. Eso había sido lo que me había hecho mandar todo al diablo.
Me importó una mierda el hecho de que ella fuera mi mejor amiga o la prometida de mi hermano menor, estaba tan excitado que no lo pensé cuando me lance a ella a besarla salvajemente y me sorprendí aún más cuando ella me correspondió de la misma forma.
Dos segundos más tarde, Bella estaba sentada a horcadas sobre mí, con sus dedos enredados en mi cabello mientras seguíamos besándonos y con mis manos recorría su espalda, su cintura y su lindo trasero.

¡Hola, mis niñas! xD
Okey, aquí esta el cap editado y bien escrito. ;)
Espero sigan confiando en mí, y en esta historia... :)
¡Las amo!
Peace. Out.
Ally C-B.

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