Busca en el blog :)

  • Twitter
  • Facebook
  • Google+
  • RSS Feed

miércoles, 4 de mayo de 2011

Mi segunda vida_Cap Ocho

No hay comentarios:
 
Capitulo Ocho
Reencuentro
No esperaba volver a verlo hasta luego de un largo tiempo, al menos eso creía. Y tampoco esperaba que estuviéramos rodeados por ellos, sin salida.
-¿Qué haces aquí, Demetri? –le pregunté de mala gana. Él solo aparecía cuando necesitaban reclutarme.
-Mmm…podríamos decir que no vine a jugar…-dijo tratando de hacerse el interesante.
Demetri comenzó a avanzar hacia nosotros. Liberé mi escudo físico y mental. No quería ser influenciada por nadie, y tampoco quería que lastimaran a Josh. Junto con él, estábamos espalda con espalda, pero tratando de expresar tranquilidad.
-¡Entonces, di ya de una maldita vez, ¿qué haces aquí?! –le grité exasperada.
Me ponía realmente nerviosa que estuviera tan cerca de mi casa, de mi familia.
-¡Woow! La vampiro esta de malas hoy…-dijo con ironía. Le contesté con un gruñido.
-¡Déjate de juegos, Demetri! –le reprendió Felix- Hola, Bella –me saludó el grandote.
-Hola, Felix –le salude- ¿Me puedes decir qué hacen aquí? –le pregunté tranquila.
Nuestra relación, a comparación con la de Demetri, era más amigable. Quitando de lado todos los intentos de parte de él de conseguir algo más que una simple amistad.
-¿Por qué otra razón crees que vendríamos de tan lejos? –me contestó con otra pregunta.
-Aro, necesita de tus servicios, -empezó Demetri, pero Josh lo interrumpió. Miré a Demetri con el ceño fruncido.
-¡¿Qué?! ¡¿Otra vez?! –preguntó enojado y alterado Josh, colocándose a mi lado. Demetri miró a Brad, otro de los integrantes de los Vulturis que nos rodeaban.
Yo conocía muy bien los dones de Brad. Él te torturaba con solo una mirada, con los peores recuerdos de uno. Brad asintió y giró su mirada a Josh, dando a entender lo que iba a hacer. 
Yo, al estar del lado de adentro del escudo y ser la que lo producía, podía ver el poder saliendo de él, como una nube. Brad lo controló con su mente y lo envió hacia Josh, con una sonrisa de superioridad en su rostro. Cuando su don golpeó contra mi escudo mental, su sonrisa desapareció. Y la mía salió a la luz. Le guiñé un ojo provocándolo, Josh solo reía.
-Bueno, basta de juegos, -empezó Felix, pero Demetri lo interrumpió.
-Aro tiene un mensaje para ti, Bella –me dijo él estirando su mano. Salí del escudo dejando a Josh dentro de él, que con su mirada me decía que no saliera.
Llegué a Demetri y tomé su mano. En mi mente se reprodujeron las imágenes que Aro me envió. Imágenes que nunca hubiera querido ver sobre mi familia, imágenes con las que me tenían amenazada hace trece años, imágenes con las que me rendía fácilmente…
Cuando las imágenes pararon, solté la mano de Demetri, que me miraba con una sonrisa. Josh gruñó al, seguramente, haber visto todas las imágenes por mi mente. Volví caminando de espaldas hacia Josh. Una vez que llegué a él, hablé.
-¿Para cuando me necesitan? –pregunté mirando al suelo y apretando mis manos en puños.
-En siete días, tienes que estar en Volterra, allí, Aro nos informará sobre nuestro trabajo –aclaró Felix. Asentí sin mirarlo.
-Nos vemos pronto, Bella –me saludó Demetri con arrogancia. Le contesté con un gruñido.
Todos se dieron vuelta y echaron a correr en dirección opuesta a nuestra casa.
-Son unos…-comentó Josh aún enojado.
-¡Josh! -lo callé cuando me di cuenta que iba a insultar- Ve a casa y cuéntale a Eleazar lo que acaba de suceder –le dije mirando fijo en dirección a donde se habían ido los Vulturis.
-Bueno, pero, ¿a dónde te vas? –me preguntó con su mirada fija en mí.
-Tú solo vuelve a casa. Sophia debe estar preocupada, al igual que todos. Yo regreso antes del amanecer -le dije antes de salir corriendo en esa dirección.
Necesitaba encontrarla a ella…
Hacía poco tiempo que habíamos estado juntas, y en ese momento necesitaba saber si a ella también la iban a reclutar como a mí, sino era una trampa. Tiffany, se había convertido en mi mejor amiga, aparte de Sophia, desde que los Vulturis nos encontraron. Estábamos siempre juntas cuando nos reclutaban, y juntas éramos invencibles.   
Corrí camino a su casa, que no quedaba tan lejos de la mía. Me detuve a unos metros al escuchar la voz de Demetri que provenía de adentro de la casa de Tiffany.
-Entonces, nos vemos en siete días, Tiffany –saludó Demetri antes de salir de adentro seguido de los demás encapuchados.
Me quede allí esperando a que se fueran y asegurándome de que iban en dirección opuesta a mi casa. Una vez confirmado, fui hasta la puerta y toque tres veces, ya que esa era nuestra forma de saber que éramos nosotras.
-Adelante, Lizy –me dijo desde adentro.
Entré y la vi sentada en la mesa con la cabeza entre las manos y los ojos cerrados. Caminé hasta el sofá que había en frente de ella y me recosté. Pasaron unos largos minutos hasta que ella habló.
-¿A ti también te fueron a buscar? –me preguntó sin abrir los ojos y con la cabeza entre las manos.
-Si, hace unas horas –le contesté sin ganas.
-¿Vas a ir? -me preguntó ahora mirándome. Su cara era realmente dolida.
-No tengo otra alternativa si quiero mantener a mi familia a salvo…-le dije desanimada y preocupada.
-Igual yo –dijo antes de perder el control- ¡¡ES QUE SON UNOS IMBECILES!! –gritó golpeando la mesa con los puños haciendo que se partiera.
Me levanté rápido, corrí hacia ella, coloqué mi mano en su hombro y liberé una oleada de calma por el lugar. Ella cerró sus ojos y respiró profundamente dejándose llevar por la ola.
-Gracias –dijo antes de abrir los ojos y sonreírme.
-¿Tus hermanos? –le pregunté cuando me di cuenta del silencio que había en la casa.
-Se fueron de caza hace unas horas –me contestó ya más tranquila- ¿Los tuyos? –preguntó con una sonrisa.
-Están en casa, seguramente esperándome –le contesté devolviéndole las sonrisa.
-Entonces, no te hago perder más tiempo. Ve a casa, nos vemos dentro de unos días –sonreí asintiéndole. Nos saludamos con un abrazo y ella me acompañó hasta la puerta.
Una vez afuera, corrí en dirección a mi casa, pero mucho antes de llegar me detuve y se me ocurrió ir al río que había allí cerca. Corrí hasta que llegué a él y me senté a orillas del mismo. Me gustaba ir hacia allí a pensar, a olvidarme de todo. De todo lo que hacía, de todas las muertes que provocaba y hasta del sufrimiento que causaba a mi familia. Solamente concentrarme en el sonido de la corriente del río, el soplar del viento y en los rayos del sol calentando mi pálido y frío rostro. Justo como en ese momento.
Estaba tan concentrada en mis pensamientos, que no me había dado cuenta de que ya había amanecido; y solo me percaté de ello en el momento en que los rayos del sol comenzaron a reflejarse en mi piel, en mi piel de asesina.
En eso escuché el crujir de una rama detrás de mí. Me levanté en un abrir y cerrar de ojos, y me concentré en mi alrededor…hasta que escuché la voz mental de Josh en mi cabeza.
“¡Elizabeth Isabella O’Conner!” me gritó preocupado “¡¿Dónde rayos estás?! ¿¿¡¡Tienes una idea de lo preocupados que estamos!!??” me siguió gritando.
“Tranquilo, estoy yendo hacia allá” lo calmé.
“Bien, te esperamos” me afirmó antes de dejar de escuchar su voz en mi mente. Me gire y corrí en dirección a mi casa.
Cuando llegué, me dirigí directamente hacia la sala del segundo piso, donde seguramente se encontrarían todos allí. Cuando entré en la sala, Nicole se levantó del sofá y, en menos de un segundo, me abrazaba de la cintura. Le devolví el abrazo al darme cuenta de que había estado sollozando.
-¿Estás bien, cariño? –me preguntó Eleazar que se encontraba a mi lado junto con Carmen y los demás.
-Sí, estoy bien. Solo fui a hablar con Tiffany –le contesté con una media sonrisa- Tranquila, cariño. Está todo bien…-le dije a Nicole tratando de calmarla. Ella asintió y su rostro se volvió a relajar.
-¿Cuándo te tienes que volver a ir? –me preguntó Jaime con desgana. Antes de contestarle respiré profundamente aunque no lo necesitara.
-Dentro de siete días –le contesté con las mismas ganas. Él abrió grande los ojos, pero se guardó el comentario; a lo que agradecí con una media sonrisa.
-Bueno, no se que piensen ustedes, pero ya se está haciendo hora de ir al Instituto –dijo Josh cambiando de tema.
“Gracias” le agradecí a Josh por mi mente, haciendo que únicamente él me escuchara. Él me respondió asintiendo disimuladamente.
___________________________________________________________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
© 2012. Design by Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff