Mi segunda vida_Cap Siete

Capitulo Siete

Salida de caza

Luego de correr unos cuantos minutos en busca de presas, me paré en seco, haciendo que todos también se pararan, al oler a unos venados que se encontraban a unos cuantos kilómetros de donde nos encontrábamos.

-¿Qué sucede? –preguntó Nicole.

-Hay unos venados a unos cuantos kilómetros de aquí, -empecé, pero me interrumpí a mí misma deteniendo a Josh cuando se giró para correr a donde se encontraban los venados una vez que los ubicó.

-¿Por qué me detienes? –me preguntó Josh confundido.

-Si vas directamente a ellos, te escucharán y huirán –le afirmé.

-Entonces, ¿qué propones? –preguntó Jaime.

-Sorprendámoslos por arriba, -dije saltando a la copa más alta de un árbol- ¡Suban! –les grité desde arriba. Ellos sonrieron y se unieron a mí.

Comenzamos a avanzar sobre la copas de los árboles, como si fuéramos ardillas voladoras, hasta que quedamos justo arriba de los venados. Todos me miraron esperando mi señal para atacar.

“Primero, bajen unas ramas” les dije por mi mente haciendo que me escucharan. Ellos asintieron y bajaron sigilosamente.

Una vez que estábamos bastante cerca de ellos, les di la señal y todos saltaron encima de su presa. Cuando estuve por saltar hacia mi presa, no me di cuenta que un puma estaba a unas ramas más arriba de mí.

Él me saltó en el momento que me di vuelta, tomándome por sorpresa y haciendo que ambos cayéramos al suelo en una pelea, yo debajo de él. Intentó morderme en el brazo, lo que me dio ventaja para poder atacar su cuello, donde se concentraba más su sangre. El animal soltó un chillido demasiado fuerte al sentir mis dientes penetrar su piel y succionar su sangre; y trató de alejarme, rasguñándome en la espalda, destrozando mi campera y remera. Gracias a lo que era, no sentí nada. Inclusive, me pareció una caricia.

Sus “rasguños” fueron dejando fuerzas de a poco, gracias a que yo succionaba su sangre. Hacía meses que no disfrutaba de un puma, y sobre todo, bien alimentado como lo estaba ese. Una vez que termine con él, lo empuje a un costado, ya que estaba encima de mí.

-Linda ropa…-dijo Josh tratando de provocarme.

-Muy gracioso, Josh –le dije levantándome del suelo.

En el instante que me paré, corrió a mi lado entregándome su camisa ya que me encontraba sin remera ni campera, gracias a las garras del puma. La acepte con una sonrisa.

-Suerte que hoy vine con una remera abajo, -comentó Josh haciendo que todos riéramos.

En eso, escuché un sonido a unos cuantos metros. Pero no eran de algún grupo de venados, ni menos de animales más grandes. Era de alguien, alguien como nosotros. Un vampiro.

-¿Estas segura? –me preguntó Josh, obviamente, a lo que yo había pensado. Asentí segura, frunciendo el ceño, en dirección a donde había oído el ruido.

Una ráfaga de viento vino justo de esa dirección, trayendo consigo el olor a otro vampiro. En eso se escuchó el crujido de una rama justo arriba de nosotros.

“¡¡Sophia!!” le grité por mi mente “¡Llévate a los niños de aquí!” ella asintió y corrió hacia Jaime y Nicole, y los alzó a ambos. Uno en cada brazo.

No permitiría que hirieran a mis hermanos. Actuaba muy sobre protectoramente haciendo que Sophy se llevara a mis hermanos de aquel posible atacante, pero es que ellos tenían recién 1 año de transformación, y no estaban capacitados para pelear, a comparación mía y de Josh.

Otro sonido se escuchó por encima de los únicos dos que quedábamos: Josh y yo. Ambos nos encogimos hacia delante, mostrando los dientes, mostrando precaución para quien quiera que fuera el atacante.

-Tranquilos, no pretendemos lastimarlos –dijo el atacante saliendo de su escondite detrás de nosotros.

“Esa voz…” pensé antes de encontrarme con él. 
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