Capitulo Once
Más explicaciones
El día en el Instituto ya había terminado, y estábamos todos en el estacionamiento, los Cullen y los O’Conner.
-Bueno, nos vemos luego, hermanita –me saludo Josh con un abrazo tritura huesos y un beso en la mejilla.
-Cuídate, cariño –me dijo Sophia dándome un beso en la mejilla.
Nicole corrió hacia mí y me abrazó por el cuello.
-Te voy a extrañar –me dijo dándome un beso en la mejilla.
-Cariño, solo serán unas horas –le dije devolviéndole el beso.
-Eso espero –comentó Jaime. Nicky me soltó y se fue al Jeep.
-¿De mal humor, Jaime? -le pregunté juguetonamente.
-Ni se te ocurra, Bella…-me advirtió Jaime señalándome con el dedo y sonriendo.
-Okey…-le conteste yendo a abrazarlo.
Luego de que se despidieran todos y que el Jeep de Josh desapareciera a lo lejos, me giré para encarar a los Cullen.
-¡Hora de irnos! –gritó Alice dando saltitos en su lugar. Sonreí sacudiendo mi cabeza ante la actitud de Alice.
-Está bien. Pero alguien tiene que ir conmigo, recuerden que no se el camino hacia su casa…-dije antes de que Alice me tomara del brazo y me empujara hacia mi auto.
No me di cuenta de que Rosalie iba a ir con nosotras hasta que llegamos a mi auto y ella se paró al lado de la puerta trasera, mirándome con una media sonrisa, esperando a abrirla. Le sonreí en respuesta y giré la llave de la puerta, haciendo que las puertas se destrabaran automáticamente. Estaba realmente sorprendida ante tal cambio.
Una vez que nos hallábamos subidas al auto y que estuviéramos en camino hacia la casa de los Cullen, la voz de Alice no se hizo esperar.
-Tu hermano, Jaime, no parecía muy satisfecho con la idea de que volvieras con nosotros…-comentó Alice.
Ella tenía razón. Ninguno, pero en especial Jaime, estaba satisfecho con la idea de volver con ellos. Pero aún así, respetaban mis decisiones.
-Sabes, Jaime es algo celoso, y todavía no se acostumbra a la idea de que no esté mucho tiempo con él…-le respondí sinceramente. Alice asintió con una sonrisa.
-Bella, ¿puedo hacerte una pregunta? –me preguntó Rosalie con el rostro relajado, normal, y no con ese con el que parecía pretender o parecer algo que no era. Me sorprendí bastante al oír su voz, creí que se la pasaría con cara de perro rabioso durante todo el trayecto.
-Sí, claro –le contesté le contesté con una media sonrisa.
-Luego de que nos fuimos, -comenzó algo dubitativa. La miré con atención infundiéndole valor- ¿Tú…tuviste…algo…con Jacob Black? –soltó de la nada.
La miré sorprendida y con una carcajada contenida en mi interior que no pude disimular a los cinco segundos después.
-¿Qué es lo gracioso? –preguntó confundida.
-Es que…entre Jake y yo…nunca hubo nada, ni va a haber…-le dije entrecortadamente gracias a la carcajada.
-¿Por qué? –preguntó Rosalie.
-Y, ¿cómo es eso de que “ni va a haber”? –preguntó Alice confundida.
-Jacob, es un hombre-lobo, por lo que en este momento está más que vivo, y siempre lo quise como un hermano, nada más…-contesté a las dos preguntas. Ambas se quedaron mirándome sorprendidas.
-¿Jacob Black? ¡¿Un hombre lobo?! –preguntó Alice.
-Alice, recuerda que la familia Black son descendientes de los lobos, es más que obvio que el chico iba a ser uno…-dijo Rosalie a Alice. Ella asintió una vez que lo comprendió.
-Bella, ¿te molestaría si pongo algo de música? –me preguntó Alice con una sonrisa.
-Claro que no, Alice. Pon lo que quieras…-le contesté con una sonrisa. Ella me respondió con otra mientras habría la guantera, sacaba todos los CDs y los esparcía sobre su falda. Rosalie se asomó hacia delante y entre las dos eligieron un CD y lo colocaron.
La canción que Nicole había puesto al comienzo del día sonó en el auto. Sonreí recordando las miradas de las personas, mientras que Alice y Rosalie cantaban muy animadamente.
-¡Vamos, Bella! ¡Únetenos! –me gritó Alice entre medio del sonido fuerte de la música. No me quedó otra que unirme a ellas.
Estábamos las tres cantando como si nada importara, hasta que llegamos a un semáforo en rojo. Los chicos, Edward, Jasper y Emmet, frenaron a nuestra derecha, mientras que del otro lado frenaron otros chicos que no conocíamos. Vislumbré a Emmet protestando con Edward y Jasper por el echo de que nosotras íbamos divirtiéndonos y ellos no. Mientras que del otro lado, estaban los chicos con baba en sus caras mirándonos a nosotras tres. Metafóricamente…
-Hola, hermosuras –habló el conductor hacia nosotras. Pudimos escucharlo, gracias a lo que éramos, y gracias a que Alice tenía la ventanilla baja del auto de su lado, al igual que la mía y la de Rosalie.
En el momento en que el humano habló, los hermanos Cullen dejaron de discutir y pusieron su total atención en lo ocurría de nuestro lado. La cara de todos, en especial la de Edward, era de total rabia.
-¿Qué dicen si tomamos algo? –preguntó con voz seductora- Ustedes son tres, nosotros somos tres, un número par…¿Qué dicen? –preguntó el muy descarado mientras nos guiñaba un ojo.
Tanto Alice como Rosalie, no sabían que contestar. Ellas no eran de pasar por estas cosas. Me acerqué a la ventanilla del lado de Alice para contestarle.
-El tres, -le dije mostrando tres de mis dedos- no es un número par. Vuelve a la primaria, y cuando la termines, -dije haciéndome la que pensaba- no, tampoco te serviría para estar con algunas de nosotras. Así que, búscate alguna de tu nivel –terminé volviendo a mi asiento y acelerando, ya que el semáforo se había puesto en verde.
Una vez que los dejamos atrás, Alice y Rosalie comenzaron a aplaudirme y a reírse a carcajadas, al igual que yo. Logramos calmarnos justo cuando llegamos a la casa de los Cullen. Nos bajamos del auto todavía riendo y entramos en la casa, fuimos directamente a la sala en la que habíamos estado el día anterior.
-Hola, niñas. ¿Saben si Bella…-preguntó Esme entrando a la sala mirando una revista de diseño- ¡Bella! –dijo alegremente una vez que quitó sus ojos de la revista y me vio- ¿Cómo estas, cariño? –me preguntó mientras me abrazaba.
-Hola, Esme –le dije sin devolverle el abrazo. “¡Estúpido orgullo!” me grité a mí misma.
-¿Y los chicos? –preguntó Esme justo cuando Edward aparcaba el auto en el porche y bajaban los tres riendo.
-¿Dónde esta la mejor vampira de todas? –entró riendo Emmet en la sala y abrazándome por los hombros- Después de ti, mi amor…-dijo en dirección a Rosalie. Ella asintió con una sonrisa.
-¿Por qué tanta risa? –entró Carlisle en la sala con su maletín de Doctor. Era obvio que recién llegaba del hospital- ¡Bella! ¡Que placer tenerte aquí de nuevo! –dijo cuando me vio.
-Hola, Carlisle –lo saludé.
Una vez que, entre risas e interrumpidas de Emmet, terminaron de contarle a Esme y Carlisle lo que había sucedido, volvimos a mi historia. Todos estaban sentados en los mismos lugares que el día anterior.
-Bella, me gustaría que nos explicaras sobre tus hermanos, Jaime y Nicole –me pidió Jasper.
-¿Quiénes? –preguntó Carlisle que miraba confundido al igual que Esme, que se encontraba a su lado
-Mis hermanos –le contesté- ¿Recuerdan que yo les hablé de Jaime? –pregunté dirigiéndome en especial a Carlisle y Esme. Ellos asintieron.
-Sí, el que se multiplica, ¿no? –preguntó Esme. Asentí con una sonrisa.
-Pero, ¿quién es Nicole? -preguntó Carlisle.
-Nicole es la melliza de Jaime –expliqué. Carlisle frunció el ceño demasiado confundido.
-Es verdad, -dijo Emmet- son casi iguales. Excepto que uno es hombre y la otra mujer…-dijo divertido. Sonreí sin poder evitarlo.
-Lo que más me sorprende es el parecido que tienen contigo, Bella –dijo Jasper. Asentí.
-Es que…ellos son mis hermanos biológicos…-dije con una sonrisa.
-¡¿Qué?! –exclamaron todos. Asentí afirmando.
-Ellos son hijos de Renné y Phil –expliqué.
-¿En serio? –preguntó Alice confundida. Asentí.
-Cuando me transformaron, con Josh, tuvimos que fingir el accidente para que Charlie no empezara con su búsqueda y todo eso –empecé explicando- Un mes luego del supuesto accidente, me enteré que Charlie había muerto –dije bajando mi mirada. Todos se quedaron en silencio. Ni siquiera pensaban. A excepción de Edward.
“Lo siento, Bella…” pensó Edward. Libere mi escudo para contestarle.
“Gracias…” le respondí y volví mi escudo a su lugar.
-Tomé la decisión de ir hacia la casa de Charlie, como última vez –continué con la historia- Pero cuando llegué, me encontré con una Renné de una barriga de 8 meses viviendo allí –dije levantando mi mirada. Todos se sorprendieron a escuchar lo último.
-¿En serio? –volvió a preguntar Alice. Asentí con una sonrisa.
-Tu hermana, Nicole, ¿tiene dones? –preguntó Carlisle. Asentí con una sonrisa.
-Ella produce sentimientos en uno, -empecé, pero Emmet me interrumpió.
-Igual que Jasper y Sophia, ¿no? –preguntó. Negué con la cabeza.
-Lo que hacen ellos, es totalmente distinto a lo que hace Nicole –le expliqué a Emmet- Los sentimientos que ella produce, son demasiado fuertes para nosotros. Ella todavía no lo controla, por eso no me gusta exponerla mucho el peligro y todo eso…-dije seria.
-¿Peligro? –preguntó Jasper con el ceño fruncido. Asentí.
-La primera vez que salimos de caza juntas, un vampiro, -expliqué- intentó matarme. A lo que Nicole reaccionó de una forma que tuve que tener demasiada paciencia para hacerla volver a la realidad.
-¿Qué fue lo que hizo? –preguntó Emmet.
-Ella, al ver cuando me atacaron por atrás, se quedó totalmente estática y reaccionó en el momento en que casi…-los pensamientos de Edward me interrumpieron.
“Por favor, no lo digas…” me pidió por su mente con los ojos cerrados y el ceño fruncido. Esme se dio cuenta y continuó hablando.
-Entendemos. ¿Cómo reaccionó ella? –preguntó volviendo al tema de Nicole.
-Ella mando una oleada de dolor y repugnancia por todo el lugar –expliqué. Todos me miraron confundidos. Asentí segura- Sus oleadas de sentimientos y emociones son mucho más fuertes de las que podría llegar a hacer Jasper o Sophia, casi como escudos, y no va especialmente dirigido a alguien. Ella lo produce para todos sin darse cuenta, no lo controla…-dije mirando a Carlisle y luego a Jasper. Él estaba realmente sorprendido, al igual que todos.
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario