Busca en el blog :)

  • Twitter
  • Facebook
  • Google+
  • RSS Feed

miércoles, 4 de mayo de 2011

Mi segunda vida_Cap Dos

No hay comentarios:
 
Capitulo Dos
Explicaciones
Bella POV
 “No puedo creer que hallan aparecido, luego de tanto tiempo… ¡Y encima que  aparezcan de la nada! En especial me sorprende de él, aunque no lo vi allí con los demás…” pensaba Sophy que estaba sentada detrás de mí. Estábamos en la anteúltima hora de clases, y esa, nos tocaba juntas.
“Yo tampoco lo puedo creer…” le contesté mientras hacía garabatos en mi cuaderno.
“Todavía lo amas, ¿cierto?” me preguntó mientras hacía sonar sus uñas sobre el banco. Ella también sabía mi historia, al igual que yo la de ella.
¿Acaso lo seguía amando? No, no podía ser. No podía permitirlo, había sufrido demasiado en el poco tiempo que fui humana cuando él me dejó. Al recodar ese momento, la ira volvió a mí.
“¡Tranquila! Solo fue una pregunta.” se disculpó Sophy al sentir mis emociones.
 “No, está bien. Lo siento, es que…” no pude terminar de pensar, ya que el profesor Howe, de química cuántica, me llamó la atención.
-Señorita O’Conner, ya que está demasiado pensativa, podrá contestar a mi siguiente pregunta…-me habló sarcásticamente. Era obvio que había oído hablar de mí en los años anteriores-  ¿Cuál es la configuración más estable entre el núcleo y los electrones que hace posible que los núcleos se atraigan mutuamente? –me preguntó poniéndose derecho.
“¡Ja! ¡Que idiota! Esa sí te la sabes…” me dijo Sophy insultando al profesor a través de sus pensamientos. Sí, tenía razón, si sabía la respuesta, aún así me revolví inquieta en mi banco, aparentando estar nerviosa como todo humano.
-Eh… una de las configuraciones más estables es en la cual los electrones pasan la mayor parte del tiempo entre los núcleos, que en otro lugar del espacio… eso posibilita la atracción entre los núcleos –le contesté un poco insegura, aunque sabía que la respuesta era correcta.
-Bien, veo que los demás profesores tenían razón…-comentó antes de volverse al pizarrón a continuar con la clase.
“¡Woow! ¡Lo dejaste con la boca cerrada!” me felicitó Sophy “Sabes que te adoro, ¿no?” sacudí mi cabeza para evitar reír, ya que al profesor se le dio por mirarme siempre a mí. 
“Sí, lo sé.” le contesté justo antes de que sonara el timbre.
Nos levantamos y comenzamos a reírnos hasta que llegamos a la puerta donde estaba Josh esperándonos.
-¿Por qué tanta risa? –preguntó mientras me abrazaba por los hombros.
-Es solo que Lizy volvió a dejar a otro profesor con la boca bien cerrada –contestó Sophy con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Por qué no me sorprende? –preguntó Josh sacudiendo su cabeza con una sonrisa. En respuesta, le di un pequeño golpe en el estómago. Los tres comenzamos a reírnos hasta que un olor nos llamó la atención, y Josh bajó su brazo a mi cintura y me apretó en su costado.
-Bel…Elizabeth, ¿podemos hablar contigo? –me preguntó Alice.
Ella estaba de la mano con Jasper, y a su lado estaba Edward. Sus caras expresaban dolor y, aunque me dolía verlos así, me enderecé y asentí. Josh me apretó en su costado. Y negó con la cabeza, mientras que Edward gruñó.
“Tranquilo, es solo por un momento” le dije a través de mis pensamientos.
“No creo que sea buena idea, ¡recuerda todo lo que te hicieron sufrir, Lizy!” me gritó por su mente. Edward bufó.
“¡Lo se!” le devolví el grito “¡Esto no significa nada! Es solo por un momento, necesito terminar con esto de una vez por todas.” Él me miró y su cara pasó al dolor, entendía por qué el se sentía así. Muchas veces intentaron separarnos, y él no quería eso; él, en verdad me quería como si fuera su hermana, y yo también a él. Tomé su cara entre mis manos antes de seguir hablándole por la mente.
“Prometo volver, no te preocupes. Sabes que yo nunca te dejaría, eres mi hermanote…” le dije mientras sonreía. Su cara se relajó y me sonrió.
“Está bien, pero ve a casa temprano, que hay una sorpresa para ti…” me dijo alzando sus cejas. Sonreí y le di un beso en la mejilla a él y a Sophy, antes de girarme hacia los Cullen.
-Elizabeth, recuerda la reunión que tenemos en casa, vuelve temprano –me gritó Sophy mientras yo caminaba hacia Alice.
“Es para que tengas un excusa si quieres irte…” me explicó por su mente.
“Gracias” le contesté.
Una vez que llegué a Alice le dije:
-Está bien, pero no aquí.
-Bien, pero ¿donde podemos hablar? Las cosas no tienen ningún sentido en este momento y no voy a dejarte ir sin que hables sobre ello después de todo este tiempo -comenzó a explicar.
Justo entonces, Jasper utilizó su don y una sensación de calma corrió por el lugar, seguramente era por Alice. Conseguí sacar una pequeña, pero amable sonrisa en su dirección. Parecía que le dolía verme, pero me tendió su mano como saludo. La tomé y la sacudí con suavidad, antes de dirigirme a él.
-Jasper.
-Es un placer verte de nuevo, Bella –me habló, sin miedo, a mi antiguo nombre.
-Hola, -su voz de terciopelo se prolongó hacia mí, sacándome de la bruma que había comenzado a apoderarse de mi cerebro, permitiendo que el pánico comenzara a instalarse ahí, y, sin pensarlo, mire hacia él.
Las emociones que venían hacia mí eran abrumadoras, como si acabara de ser golpeada en cierto punto. Él se veía exactamente igual, tan hermoso. Tenía papeles en sus manos, sus largos y pálidos dedos jugueteaban con cada pieza distraídamente. Su enfoque nunca salió de mis ojos ni por un segundo. No tenía idea de cuánto tiempo nos quedamos allí, mirando el uno al otro. Sabía que iba a tener el mismo aspecto: figura alta y delgada, el cabello bronce desaliñado y sus penetrantes ojos topacio. La mirada de sus ojos era imposible de descifrar, pero por lo demás, no había cambiado ni un poco. Él lucia exactamente igual que el día que me dejó en el bosque, cuando mi vida real terminó para siempre.
-Hola, Edward -le respondí.
-Será mejor que nos pongamos en movimiento, antes de que Alice comience a saltar sobre sí misma –dijo Jasper sacándonos de nuestros pensamientos.
Salimos afuera y nos sentamos en una de las mesas que había en el patio del colegio. Alice y Jasper se sentaron en frente mío, mientras que Edward se apoyó en la pared que había detrás de Alice, mirándome fijamente. «Puedo hacer esto…»me dije a mí misma. Rápidamente miré hacia otro lado y centré mi atención en Alice, que apenas se contenía mientras estaba sentada en la silla, parecía como si estuviera a punto de saltar de la silla e inmovilizarme contra la pared en su búsqueda de información. Jasper puso suavemente su mano sobre la suya, y de inmediato, otra sensación de calma corrió por el lugar.
Ya estaba acostumbrada a los sentimientos obligados, gracias a Sophy. Ella tenía un don parecido al de Jasper. Pero, ella no solo controlaba tus sentimientos, sino también tus emociones y actitudes. Era increíble el daño que podría causar si fuera mala, pero ella lo usaba para el bien, y eso era lo mejor.
Una vez que dejé mis pensamientos de lado, miré a Alice. Estaba que explotaría.
-Alice, adelante. Comienza antes de que tu cabeza explote –le dije mientras suspiraba por pura costumbre ya que no lo necesitaba.
-Bella, ¿Qué te pasó? –preguntó mientras se levantaba de su silla, con la manos colocadas en su cadera.
Sabía que esa pregunta llegaría, pero esperaba que la evitara. Ellos sintieron las diferencias en mí antes de que Alice casi me derrumbara en el pasillo del colegio. Podía ver las preguntas en sus ojos y su ansiedad por obtener las respuestas. Miré a mi vieja amiga, sintiendo la necesidad de llenarla, pero al mismo tiempo, un tremendo dolor había comenzado a llenar mi alma mientras estaba allí, mirándola. Ella, también me había dejado. ¿Le debía yo algo? El dolor que había sentido todos estos años también había sido a causa de ella. Ninguna despedida. Nada. Mi amor por ella había crecido en tan poco tiempo y ella me dejó sin pensarlo ni dos veces.
-Bueno, Alice, ¿qué crees que me pasó? Es obvio que ustedes tres ya saben la respuesta a esa pregunta. ¿Por qué perder tiempo en lo obvio? ¿Qué es lo que realmente quieres saber? -le respondí seria. Quería terminar con esto rápido.
-Bella, -comenzó Jasper- entendemos lo que te paso. Simplemente no entendemos cómo. Estamos intentando encontrar un poco de claridad referente a lo que pasó después de… tu cumpleaños -me respondió con una sensible mirada de dolor en su rostro- Es sólo un poco de conmoción. ¿Te importaría aclarar algunas cosas para nosotros?
-Jasper, me temo que esa es una historia muy larga. En vista de que tengo una importante reunión en mi casa, ¿no sería mejor esta conversación en un momento diferente? ¿Qué están haciendo todos ustedes aquí? –pregunté, tratando de desviar la conversación lejos de mí y mi situación. Cualquier cosa para no ser el centro de atención.
Me sorprendí al escuchar su voz. Él sólo había dicho una palabra desde el comienzo de este desastre, pero el sonido de su voz aún me dejó sin aliento. Me volví hacia él, sintiendo la necesidad de ser cortés mientras él se dirigía a mí.
-Nos acabamos de mudar aquí. Carlisle recientemente tomo una posición en el hospital local, así que nos inscribimos en esta escuela. Desde la última vez que te vimos, hemos pasado mucho tiempo en las zonas menos pobladas, y las escuelas no eran muy educativas que digamos. Se decía que las materias en esta escuela eran difíciles, pero siguen siendo igual de fáciles para nosotros…-me explicó Edward antes de que Alice lo interrumpiera.
-¡Edward, estás dando demasiados detalles! Creo que yo debería hacerme cargo de las explicaciones aquí -se volvió hacia mí, antes de comenzar de nuevo- Ves Bella, cuando dejamos Forks fue imposible confiar…-pero entonces, Edward le devolvió el favor al interrumpirla.
-ALICE, eso no es realmente importante en este momento -le lanzó una mirada que la hizo callar inmediatamente- Bella, tengo una pregunta que puede ser fácil de responder en el poco tiempo que tienes para nosotros. ¿Por qué esa chica que estaba contigo se dirigió a ti como "Elizabeth"? -cuando terminó, sus ojos brillaban con una curiosidad descarada.
-Como ya expliqué antes, Isabella Swan murió hace varios años, ya no existe. Ahora soy Elizabeth O’Conner –le contesté, sin mirar en su dirección mientras me limitaba a mirar mis manos sobre la mesa. No podía confiar en que mi expresión no mostrara lo que había justo debajo de la superficie.
-¿Qué quieres decir con "Isabella Swan ya no existe"? -preguntó Alice, inclinándose hacia adelante en su silla una vez más, a la expectativa de que diera la respuesta. Jasper también me miraba fijamente, sin comprender lo que había querido decir con esa afirmación.
-Bueno sí, debes saber que para todos los que la conocían, Isabella Swan murió hace años, cuando su camión cayó por un acantilado camino a La Push. Su cuerpo nunca fue encontrado, pero teniendo en cuenta que era invierno y el agua estaba fría, todos asumieron que ella murió y su cuerpo fue arrastrado al mar. ¿Esa es suficiente respuesta para todos ustedes? -terminé con un poco de impaciencia en la voz. Tenía la esperanza de que la información fuera suficiente para saciar a Alice, pero yo la conocía mejor que eso.
-¿La Push? –cuestionó Alice- ¿Qué demonios tendrías que estar haciendo en La Push? –había un tono de desagrado en su voz, que no intentó disimular.
-¿Qué tendría que estar haciendo en La Push? Eso es simple. Le estaba diciendo adiós a mi mejor amigo, casi hermano, Jacob Black, antes de tener que desaparecer y tener que empezar todo de nuevo.
Silencio. Ni una palabra, de ninguno de ellos. Edward inmediatamente se levanto y caminó hacia mí. Yo por mi parte me levanté de mi silla y me alejé de la mesa y de él, alzando, instintivamente, las manos delante de mí, como para protegerme. Me negaba a ser digna de lástima. Ya había llegado hasta aquí, gracias a mi familia, y lo que había sucedido en el pasado no cambiaba nada en este momento. No podía. No hacía ninguna diferencia. Todos los días tenía que recordarme a mí misma estos hechos, y estar en paz conmigo misma de que lo que estaba haciendo era lo único que podía hacer en este punto. Edward se congeló en su lugar y bajé los brazos antes de empezar de nuevo.
-Bueno, odio tener que terminar con esto, pero tengo una reunión importante en mi casa. Por favor, denle mis saludos al resto de la familia…-no logré terminar de hablar que Edward me interrumpió. Tenía una mirada furiosa, casi aterradora.
Isabella! ¿Crees que ese "lo siento" será excusa suficiente? ¿Crees que vas a caminar lejos de nosotros y no explicar la historia completa? Entiendo que puedes tener sentimientos desagradables hacia nosotros, -tenía una mirada repentina de dolor en los ojos, la cual desapareció rápidamente y me dejó totalmente confundida- pero yo, por mi parte, junto con el resto de la familia nos gustaría saber qué te paso. Es obvio que eres como nosotros ahora, que eres un vampiro. Todos lo sentimos en el momento en el que entramos en la escuela. Lo que no entendemos es, ¿quién te hizo esto? -terminó, su voz era casi un rugido en ese punto.
Me mordí mi labio inferior antes de dar un paso hacia él con la ira llenando mis ojos, así como mi voz.
-¡Tranquilízate! Este no es el lugar indicado para que grites de esa forma, te recuerdo que estamos en un colegio y en horas de clases, así que, ¡COMPORTATE! –le grité exasperada. Nos desafiamos con la mirada por un par de minutos antes de que Jasper liberara una oleada de calma por el lugar. Me dejé llevar por la misma.
-Gracias Jasper, -le agradecí con una media sonrisa mientras Edward y yo nos calmábamos.
-Ahora, intentemos calmarnos –dijo Alice mientras se paraba junto con Jasper- ¿Por qué no vamos a casa? Seguramente Carlisle y Esme estarán encantados de verte.
-Sí, creo que sería lo mejor. No me gusta repetir la historia varias veces -aclaré frunciendo el ceño- Sería lindo ir y decir “Hola” personalmente…
-Muy bien, vayamos a la casa ahora. Carlisle debe llegar del hospital en breve y Esme no puede esperar para verte, Bella. Rosalie y Emmet están allí también. No hace falta decir que todos están sorprendidos por los recientes acontecimientos. ¿Quieres que te llevemos a la casa o preferirías seguirnos en tu propio coche? -me respondió Edward, su voz, usualmente suave, ya calmada, parecía un tanto exagerada. Su intensa mirada aún estaba enfocada en mí, sosteniendo una emoción en la que todavía no podía poner el dedo. En un momento brilló el dolor, al otro la tristeza, antes de regresar a la máscara de piedra que había visto tantas veces antes.
-Ehh…hoy justamente no vine en mi coche. Acabo de llegar de un largo viaje, y me vine directamente hacia aquí –expliqué mientras ellos asentían sonrientes- Será mejor que nos pongamos en marcha. Vamos, acabemos con esto, -les dije hasta que Alice me interrumpió.
-Bella, no tienes que hacer nada que no quieras hacer. Sin embargo, nos gustaría verte y saber qué es exactamente lo que te sucedió. Te extrañé terriblemente y estoy muy feliz de verte de nuevo, -respondió, acercándose hacia mí y haciendo una seña como si se estuviera preparando abrazarme de nuevo. Mis sensores me dijeron que no había otros humanos alrededor de mí, así que me moví lejos de ella, al otro lado de la mesa, mis movimientos fueron borrosos por la velocidad.
-Lo siento, Alice. Simplemente no estoy lista para eso. Espero que lo entiendas, -le contesté, con los brazos cruzados en el pecho, como para no permitir el acceso a nadie. Trate de mantener la calma en mi cara, pero sabía que era inútil. Debía parecer como un animal enjaulado. Lo sabía porque comenzaba a sentirme como tal.
Ella parecía terriblemente herida, pero en lugar de dirigirse a mí, giro sobre sus talones. Mirando a Edward con ira, sus ojos desataron su furia en él, mientras ella comenzaba a avanzar hacia donde estaba él.
-¡Esto es completamente tu culpa! Espero que estés satisfecho con las elecciones que nos hiciste tomar a TODOS nosotros. Mira lo que has hecho. ¡Ni siquiera me deja tocarla! -le gritó, acercándose a él y mirándolo como si estuviera lista para atacar a su hermano favorito. Jasper se puso inmediatamente a su lado y sentí una fuerte ola de calma llenar el lugar. Ella se lo sacudió de encima- ¡Ahora no, Jasper! Necesita darse cuenta del terrible error que cometió y mi enojo lo ayudara a gestionarlo por el momento, -le gritó a su marido, incapaz de contener su ira por mas tiempo. Jasper hizo una mueca de dolor ante el obvio nivel intenso de dolor emocional que sentía su esposa.
-Alice, -hablé en voz baja, dando un paso de regreso a ella- por favor, no culpes a Edward por esto –se volvió para mirarme, la intensidad de sus ojos comenzó a disminuir- Las cosas pasan…simplemente pasan. No es culpa de nadie. Por favor. Esto no se trata de ayudar a nadie. Vámonos ahora y puedo responder a todas sus preguntas. Por favor, no te enojes con nadie más que conmigo. No era mi intención herir tus sentimientos. Estoy abrumada en este momento por todo lo que ha sucedido en las últimas horas. Vayámonos e intentemos encontrar una nueva perspectiva. ¿Por favor? -comencé a suplicar. Patético. Pero, yo no podía soportar el dolor que se hizo evidente en su rostro o el dolor físico que debía estar sintiendo Jasper por estar sintiendo su arrebato emocional.
Alice dejó caer las manos de su cadera y miró a Jasper. Lo miró profundamente a los ojos, su mano le tocó suavemente la mejilla mientras éste se inclinaba hacia su caricia. Este fue un momento intensamente privado entre ellos y estaba comenzando a arrancar ese enorme agujero que había abierto en mi pecho hace tantos años. Un agujero que al menos había pensado que tenía cerrado. Sí, nunca sanó. Su amor y adoración por los demás era tan intenso que yo no había sido capaz de ignorar lo que tan claramente tenía frente a mí. Él asintió con la cabeza hacia ella de una manera que le daba a entender a ella, y a todo alrededor, que ya la había perdonado por su pequeño arrebato. La tomó en sus brazos, hundiendo su cara en sus cabellos negro brillante. Alice no era alguien que se enojara, y la ira que dirigió a su hermano nos había tomado a todos por sorpresa.
Miré a Edward, quien tenía su cabeza colgando hacia abajo. Él sintió mi mirada y me miró. Sus ojos estaban llenos de culpa. Lo podía ver claramente. Alejé mi vista de él. Para mí, culpa equivale a piedad, y no podía digerir eso.
Sintiendo la necesidad de calmar las cosas, hablé.
-Bueno, el resto de su familia nos está esperando. Movámonos. Estoy segura de que todos ustedes tendrán muchas preguntas y espero que mis respuestas no los decepcionen –les dije mientras ellos asentían y nos encaminábamos hacia el estacionamiento, pero primero teníamos que pasar por dentro del colegio, así que decidimos caminar a paso humano.
Alice y Edward caminaban al frente, Jasper venia atrás, luciendo algo tímido.
-Bella, me gustaría hablar contigo antes de que lleguemos al auto. ¿Te parece bien? -dijo mientras me miraba expectante.
-Por supuesto, -respondí. Ahora sí estaba realmente nerviosa.
_______________________________________________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
© 2012. Design by Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff