Mi segunda vida_Cap Tres

Capitulo Tres

Disculpas

Caminamos en silencio. Jasper parecía nervioso y envió una ola de calma, aunque creo que era más para él mismo que para mí. ¿Qué demonios quería hablar conmigo? Jasper y yo tuvimos un contacto limitado durante mi tiempo con los Cullen. Él se había quedado conmigo en Phoenix, junto con Alice, pero después de la fiesta…

¿Podría ser que al tener esta charla, cambiara algo al respecto? Antes de que pudiera continuar con mi diálogo interno, me di cuenta de que Jasper se detuvo ya que estábamos por llegara un brillante y plateado Volvo. «Edward sigue teniendo el mismo auto…» me afirmé a mi misma.

Como si Jasper pudiera oír mis pensamientos, aunque más probablemente se dio cuenta de la mirada desconcertada de mi cara, rompió el silencio incómodo.

-Edward todavía tiene el mismo Volvo. Es curioso que él permanezca unido a un auto por tanto tiempo, pero ha hecho que Rosalie sustituya el motor varias veces. Es duro con sus coches, pero ese todavía es su favorito -concluyó.

Asentí sacudiendo mi cabeza con una media sonrisa.

-Bella, -comenzó aclarándose la garganta- he estado necesitando decirte algo por un buen tiempo. No sé ni siquiera por donde empezar, pero ahora que tengo la oportunidad la voy a tomar. Estoy tan apenado por lo que pasó en tu fiesta de cumpleaños. Siempre he sido el eslabón más débil de nuestra pequeña familia y cuando te cortaste el dedo, simplemente me dejé ir. Aún no puedo creer que lo hice. Debes haber estado tan terriblemente asustada y yo nunca quise…-siguió antes de que lo interrumpiera.

Recordaba cada momento de aquella fatídica noche, incluyendo el aspecto vicioso que tenía Jasper cuando se lanzó sobre mí. Recordé el miedo, el dolor, cada insoportable detalle que fue, de muchas maneras en mi mente, el motivo para que mi relación con los Cullen terminara, y aún mas importante, con Edward.

Sin embargo, había perdonado a Jasper esa noche. Mucho antes de la conversación en el bosque que puso fin a mi existencia feliz con Edward, incluso antes de los muchos meses que pase sintiéndome con un muerto andante. Había perdonado a Jasper por lo que había pasado. Nada de eso había sido su culpa.

-Jasper, te perdone hace mucho tiempo. Le dije a Alice esa misma noche que NO estaba enojada contigo. No pudiste dejar de lado tus instintos, -empecé antes de que él me interrumpiera de nuevo.

-Bella, esto es totalmente mi culpa. Si hubiera tenido un mejor control de mi naturaleza, si me hubiera alimentado más, nada de esto habría sucedido. Nunca debería haber ido, no debí confiar en mi mismo y estar tan cerca de ti. Si hubiera hecho lo correcto, nadie hubiera sido infeliz, nadie habría sufrido, y tú todavía…-empezó a alegar, antes de que un bocinazo llamara su atención. Intercambió una cuidadosa mirada con Edward a lo lejos, gracias a mi don supe de que se trataba…

“¡Solo cállate!” pensaba Edward enojado.

“Tranquilízate, Edward. Es la pura verdad… si yo me hubiera controlado, ¡ella estaría contigo en este preciso momento! ¡Como tú lo deseas!” pensaba Jasper dirigiéndose a Edward. Yo, por mi parte, hice como si no entendiera nada. Aunque, en realidad, no quería seguir escuchando.

-¿Qué ibas a decir? Por favor, continúa, -traté de capturar su atención, pero aún se encontraba totalmente centrado en el Volvo donde se encontraba Edward. Mi atención volvió a sus pensamientos.

“¡Déjame decirle la verdad!” le gritaba Jasper a Edward por su mente.

Pude ver a Edward sacudir su cabeza ligeramente una y otra vez. «Mejor, de todas formas no quiero oírla…» me dije a mí misma, aunque me hubiera gustado contestarle a Edward en voz alta. Jasper me miró con una leve sonrisa en sus labios que no llegó a sus ojos.

-Bella, sólo estaba tratando de decir cuánto lamento todo. ¿Puedes perdonarme? -concluyó. Esperando pacientemente por mi respuesta.

-Jasper, no hay nada que perdonar. Todo sucede por una razón y esa noche no fue diferente. Por favor, no te castigues por esto. Si yo hubiera sido más cuidadosa, esto nunca habría pasado. Seamos realistas y mirémoslo de esta forma, -comencé desesperada por ponerle fin a su sentimiento de disgusto hacia sus acciones- si Alice no hubiera insistido en esa maldita fiesta para empezar… -me forcé a reír y se sintió como si estuviera tratando de hacer una broma para aligerar el ambiente- Sin ofender, Alice –continué mientras él se reía conmigo. Capté a Alice sacando la lengua desde el Volvo, sabiendo que me había escuchado desde allí. La misma vieja Alice.

-Gracias, Bella. Aprecio tu voluntad para avanzar en esto. Alice estará muy contenta, -finalizó. Continuamos el camino al Volvo en silencio.

Una vez que llegamos, Alice rompió con el cómodo silencio que se había prolongado entre Jasper y yo.

-¡Hora de ir a casa! –gritó dando saltitos y abriendo la puerta trasera. Con una mano me hizo seña para que yo entrara primero, seguida de ella. Jasper fue adelante con Edward.
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