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jueves, 26 de mayo de 2011

Naughty Game_cap dos

2 comentarios:
 
Capitulo Dos
Juego de miradas
-¿Crees que lo notaran? –me preguntó Jane con una sonrisa divertida mientras esperábamos a que nuestras maletas aparecieran.
-No lo sé, -contesté antes de soltar una risa idiota, seguida por la suya.
Definitivamente, no esperaba que ella viniera de San Francisco, y menos que en ese maldito lugar vendieran los mejores “caramelos” que haya probado en mi puta vida, al menos desde que comencé con ello.
Una vez que encontramos nuestras maletas, salimos de aquel lugar riendo como estúpidas, y gracias a eso, un guardia nos siguió con la mirada hasta que desaparecimos del lugar.
-¡Bella! –escuché una voz masculina a lo lejos. Comencé a buscar al dueño girándome hacia todos lados, y no me sorprendió en absoluto al ver a Charlie, mi padre, agitando un cartel sobre su cabeza que decía “Bienvenida a casa, mi niña”, con una gran sonrisa pegada en su rostro. Reí por esas acciones tan típicas de Charlie, y por el efecto de las drogas. Eso me gustó, duraban aún más que las mías.
-Hey, -susurró Jane en mi oído mientras sentía como ella movía mi mochila colgada en mi espalda- lo necesitarás más que yo…–ella me guiñó un ojo antes de darme un beso en la mejilla como saludo y perderse entre la gente. Sacudí mi cabeza antes de comenzar a caminar hacia Charlie.
-Hola, cariño –me saludó Charlie mientras depositaba un beso en mi mejilla y bajaba el cartel hasta el suelo.
-Hola, papá –no podía no llamarlo por lo que él era en realidad. A pesar de que no tuviéramos mucho contacto, él no dejaba de ser el que introdujo sus “pequeñas semillas” en Renné para así crearme a mí. En pocas palabras, el era mi Padre, me gustara o no.
Charlie tomo mis maletas luego de entregarme el cartel. Dejándome a mí, únicamente, llevar mi mochila y el cartel mientras él llevaba mis dos enormes maletas.
-Por lo que veo, planeas quedarte bastante tiempo –comentó con una sonrisa y remarcando el “bastante”.
-Si no quieres que me quede, mañana mismo vuelvo con Renné –su sonrisa desapareció y me miró casi con suplica- Tranquilo, solo bromeo –aclaré guiñándole un ojo y sonriéndole. El suspiró tranquilizándose y murmurando para sí mismo “adolescentes” mientras sacudía su cabeza.
.
.
-¿Qué dices si paramos a comer algo? –preguntó Charlie rompiendo con ese silencio tan cómodo en el que íbamos en su auto, un flamante Volvo negro.
-Okey, -dije sonriendo. No me iría mal comer algo, a decir verdad, creo que no había comido desde el desayuno de hacía un día y medio atrás.
Paramos en un gigantesco bar, de esos que únicamente van las personas con dinero, o maridos con sus amantes, e inclusive prostitutas -en pocas palabras putas-, a buscar algún cliente borracho o que necesitara de sus servicios. Me sorprendí al verlas allí, pero es que no me había percatado de que ya estaba anocheciendo. Con razón, ya había llegado la hora de “¡gatos al ataque!”.
-¿Qué vas a pedir, Bells? –me preguntó Charlie mientras le echaba una ojeada al menú del día.
-No lo sé, -contesté levantando mi mirada justo cuando unos ojos color dorado se encontraron con los míos.
Casi caigo de mi asiento al ver a aquel dios griego entrando por la puerta del bar acompañado de dos hombres más, uno más bueno que otro.
Uno de ellos, era enorme, casi como un oso, y su cabello era negro; tenía ojos color verde agua que detonaban diversión; sus músculos podías verlos desde kilómetros de distancia por lo grandote que era; la parte inferior de su cara estaba cubierta por una delicada barba que lo hacía ver extremadamente sexy, aparte de esos hoyuelos que se formaban en sus mejillas cada vez que sonreía. El otro, era mediano, con rizos dorados cayendo por su rostro; sus ojos color miel te derretían; y su mirada felina acechando a la mía cuando nuestros ojos chocaron, hicieron que mis piernas temblaran, pero no del miedo, sino del imaginarme lo que sería una noche con aquel hombre.
Pero, a pesar de todo, ninguno de esos sexys hombres se comparaban al dios griego de ojos dorados. Tenía algo, no solo en su forma de pararse, como si no le importara nada, sino hasta en la forma en que me miraba, como si fuera de su propiedad, como si nos conociéramos de toda la vida, que me llamaba, me atraía.
Le sonreí tentativamente al notar que sus ojos no dejaban los míos. Siempre tomé como juego el mirar fijamente a alguien que me estuviera mirando. Y así lo miraría, hasta que se sintiera intimidado y quitara su mirada de mí. Mientras tanto, vería cuánto duraría, muchas veces, en los hombres, con solo una mordida a mi labio inferior, bastaba para que se sintieran demasiado excitados y se fueran del lugar hiperventilándose.
Me sorprendí cuando vi una sonrisa torcida curvar su rostro ante mi sonrisa y un guiño departe de él fuera hacia mí, como si estuviera adivinando mi juego.
-¡Isabella! –me llamó mi padre exasperado.
-¿Qué? –le contesté sacudiendo mi cabeza, volviendo a la realidad.
-¿Tengo que volver a repetirte la pregunta? –preguntó molesto.
-Lo siento, -me disculpé volviendo mi mirada a aquel hombre que se reía de lo que había ocurrido con una sonrisa arrogante mientras se sentaba en su mesa con sus amigotes. Punto para él. Suspiré pesadamente- ¿decías? –le pregunté a Charlie sonriéndole, aparentando “niña indefensa e inocente”. Él sacudió su cabeza riendo y bajando su mirada al menú.
Volví mi mirada al dios griego y le guiñé un ojo relamiendo mis labios. Su sonrisa desapareció completamente y se removió inquieto en su asiento mientras me miraba, mientras los otros dos sexys acompañantes se reían de él. Punto para mí.
-Vamos uno a uno, cariño –articulé perfectamente con mis labios en su dirección antes de guiñarle en ojo y que Charlie alzara su vista a mí, pero con tiempo de sobra para que yo pudiera volver a mi papel de “niña indefensa e inocente” que siempre protagonizaba con Charlie.
-Bella, tengo que informarte de algo –dijo justo cuando una mujer rubia, vestida como adolescente, y con más cirugías en su rostro que Michael Jackson (sin ofender), apareció gritando emocionada.
-¡Amor! -dijo la mujer justo cuando Charlie se levantó de su asiento, antes de besarlo en los labios.
Una extraña adrenalina comenzó a recorrer mi cuerpo, pidiéndome a gritos que saltara encima de ella y le arrancara todo su cabello, que seguramente era una peluca, y que le desfigurara todo su rostro lleno de Bótox y estiramiento de piel que intentaban ocultar su vejez. Tomé los brazos del asiento, casi clavando mis uñas en él, mientras apretaba con fuerza la mandíbula, intentando controlarme. Mi cuerpo entero temblaba de la ira que sentía, ira que hacía ya mucho tiempo había dejado de sentir desde que le partí un florero en la espalda a Daniel, el prometido de Renné, luego de que abusara de mí.
-Bella, déjame presentarte a Carmen, mi prometida…-sentí mi corazón rasgarse, y no pude evitar interrumpirlo.
-¡¿Tu qué?! –grité con furia levantándome de mi asiento, haciendo que la silla en donde estaba sentada cayera hacia atrás y que muchas personas giraran hacia a mí.
-Cálmate, –dijo Charlie abrazando a la mujer por la cintura.
-Así que esta es la zorra por la cual dejaste a mamá –dije cruzándome de brazos y con voz fuerte y potente, para que todos escucharan- Al menos tienes buen gusto…–comenté antes de tomar mi mochila y comenzar a caminar hacia la salida- Solo te informo de una cosa, -dije girándome hacia él, justo quedando al lado de los hombres sexys- la herencia, no la pienso compartir con nadie, ¿oíste bien? –la tal Carmen me miró con un fuerte odio, a lo que le sonreí falsamente antes de girarme y justo chocarme con el dios griego, que no sé en qué momento se paró detrás de mí.
Era realmente alto, y mucho más bueno de cerca. Con todo el alboroto, me había olvidado de nuestro juego, el cual no pensaba perder. Me puse en puntas de pies, tomé su cabello desde atrás y lo besé, irrumpiendo con mi lengua en su boca sin permiso, pero muy bien recibida de su parte, mientras sus amigos comenzaron reírse, al parecer eran más de dos.
-Gané el juego, -dije agitadamente mientras me alejaba de él, le guiñaba un ojo, y salía de aquel lugar antes de que a Charlie se le ocurriera lanzarme con algo por la furia.
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Bueno mis niñas, que me dicen?? Les gusta?? Para este finde se viene cap de Mi segunda vida y Precious Passion!! ;)
Besoos!!
Ally**

2 comentarios:

  1. me encanta!!!! ya ansio leer el 3 cap!!! me encanta las relaciones jasper-bella-edward!!! mil besos!!!!

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  2. a mier....
    esta ella me gusta
    y pobre de charle
    la tipa me callo mal
    jajja como reaccinara edward?=?
    ahhh ya quiero otro jajaja !
    nos vemos ally beos te quiero

    ResponderEliminar

 
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